GUSTAVO CERATI. La poesía es la única verdad

Cuando Soda Stéreo sacó su primer disco, el rock nacional estaba en plena ebullición: copó las radios FM y la TV (sobre todo, por la difusión en el programa de Juan Alberto Badía). Había recitales casi todos los días, y por el escenario de “Cemento” desfilaban desde Virus hasta Los Twist, pasando por Los Redonditos de Ricota, Suéter y Sumo. Al “mezcladito” le faltaba Soda, que se sumó a ese mundillo con su primer disco, de música pegadiza y letras simples.

En “Nada personal” mostró una notable mejoría en la música y en las letras. Adoptaron el look The Cure, y con esos raros peinados nuevos y los sacones largos, grabaron el clip de “Cuando pase el temblor” en Jujuy. La grabación termina con una hermosa imagen final de Gustavo y un pibito de la Puna, bajando por un cerro.

El tercer disco fue “Signos”, una de los mejores producciones de todas las épocas del rock local.

Desde entonces, todos fueron éxitos para Soda Stéreo: “Ruido blanco”, “Doble vida”, “Canción animal”, “Dynamo”, “Sueño estéreo”

Entre las idas y vueltas que tuvo el grupo (la última y multitudinaria fue en 2007, con siete conciertos multitudinarios en Argentina, y una gira por toda América) Gustavo fue creando su propio universo musical.

En 1992, con su amigo Daniel Melero, lanzó otra joyita, “Colores santos”.

Su primer disco solista fue “Amor amarillo”, que incluye un cover de Spinetta: “Bajan”. Como fan del Flaco, debo reconocer que la versión Cerati es mejor.

Después vinieron otras entregas, todas de excelente nivel: “Bocanada”, “Once episodios sinfónicos”, “Siempre es hoy”, “Ahí vamos”. “Fuerza natural” fue su último trabajo. Otro discazo.

Gustavo se dió casi todos los gustos: tocó con Sui Generis en la Bombonera, con Spinetta hicieron juntos un par de temas (“era el sueño de mi vida”, dijo Cerati entonces), con Los Twist en Mar del Plata, y hasta participó en el programa de TV “Todo por 2 pesos” (con Fabio Alberti y Diego Capusotto) para interpretar “Llamen a Moe”, una versión chifladesca de “De música ligera”.

Quizás, una de las cuestiones que no pudo encarar fue encontrarse públicamente con el Indio Solari, para acabar de una buena vez con esa ridícula antinomia Soda-Redondos. Fue el propio Indio el que desmintió la rivalidad, a la revista “La Garganta Poderosa”: “Siento mucho dolor y conmoción, más frecuentemente de lo que la gente cree. Muchos pensarán eso por la famosa rivalidad que en mi caso nunca existió, y supongo que en el caso de él tampoco. Pelotudeces que tienen que ver con las diferencias, como Boca-River, que existen para alimentar ese vértigo del consumo de las cosas, pero generalmente eso no pasa en la intimidad”.

En 2011, Luis Alberto Spinetta fue a verlo al sanatorio. Quedó muy shockeado.

Declaró entonces: “Al ver a este genio dormido, uno realmente no tiene derecho a estar ni de mal humor si está bien de salud. Uno debe estar dispuesto a una entrega constante”.

El 4 de Septiembre, Gustavo Cerati dejó este mundo.

No hay canción que describa su ausencia.

Claudio Serrentino

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