ALBERTO PODESTÁ. 90 años a pura emoción

El cantor Alberto Podestá, protagonista de la época de oro del tango, festejó sus 90 años con un emocionante concierto en la Usina del Arte de la Boca, donde repasó una vida intensa con anécdotas e interpretando los tangos que marcaron su carrera, junto a sus amigos músicos, su hija y su nieta.

"No sé qué hacer para agradecer tanto cariño", dijo el cantor a su público.
“No sé qué hacer para agradecer tanto cariño”, dijo el cantor a su público.

“Gracias por esas noches, lindas noches de tango que les debo a ustedes. No sé qué hacer para agradecer tanto cariño”, expresó en el escenario del imponente auditorio un Podestá conmovido ante un público que lo aplaudió de pie durante largos minutos.

Afinado y con su estilo clásico y sentimental, el hombre que comenzó a cantar profesionalmente en la orquesta de Caló a los 16 años, anoche desplegó su oficio de cantor y acompañado por el quinteto de Julián Hermida y el trío de guitarras Las Bordonas, entonó un variado repertorio que incluyó canciones que él había estrenado.

Mirando hacia abajo y sentado en el centro del escenario, interpretó el conocido vals “Pedacito de cielo” (que cantó primera vez en 1941) y el tango “Los cosos de al lado”, junto al quinteto de Hermida.

Después de que bailaran su primera versión “Nido Gaucho” Julio Dulpáa y Victoria Rosetti, subieron al escenario Las Bordonas, el grupo que de alguna manera lo rescató del olvido cuando en 2011 lo invitó a participar de su disco “Alta gama”, con el que volvió a grabar después de 15 años.

Podestá se puso de pie, los escuchó y aplaudió su bella versión de “Negra María” (de Demare y Manzi), para luego interpretar con ternura “Anclado en París”,  y un tango que no es muy habitual en su repertorio, “Mano a mano”, donde varias veces alzó la cabeza para regalarle una sonrisa al público que celebraba cada verso.

En un pasaje más íntimo, Podestá recibió a su amigo y cómplice Ariel Ardit, quien lo homenajeó cantando el tango “Petit salón”, cuya letra habla sobre el lugar en el que Podestá debutó profesionalmente y que antes se llamó “Singapur”.

“Un día me llamó por teléfono, todavía andaba –se rió-. Le digo ‘¿quién habla?’, y él me responde ‘mire, quiero hablar con usted respecto al tango’, nos juntamos, hablamos de tango y de ahí tengo este abrojo pegado”, evocó Podestá, con su natural picardía.

“Surgió esta cariñosa amistad, es todo corazón, muy buen chico, lástima que sea buen cantor, este nos va a pasar el trapo a todos”, agregó Podestá en relación al popular cantor cordobés, que acaba de grabar “Canción a tu presencia”, que lleva letra de Julián Centeya y que en su momento integró el repertorio de Podestá.

La emoción llegó cuando ante la mirada de su nieta Malena, entonó junto a su hija Betina “Que nadie sepa mi sufrir”.

“Hay que llegar a los 90 años así. Se merece este reconocimiento, es uno de los pocos que quedan”, expresó su hija antes de abrazarlo.

Los bailarines Gachi Fernández y Claudio González y el pianista Claudio Garcés, fueron otras de las figuras que  acompañaron a Podestá en un concierto que concluyó con “Percal” (un tango que hizo suyo) y “El bazar de los juguetes”.

Fuente y foto: Télam

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