El barrio de Floresta, en comunión por la memoria de los Pibes

Pasaron 12 años ya. 12 años en que las balas de ese hijo de puta mataron a tres de los nuestros. Pero ese dolor, ese sufrimiento, lejos de debilitarnos, nos unió. Produjo en nosotros, en el barrio de Floresta, la comunión (común unión) entre las víctimas, sus familiares y amigos, y los vecinos.

Silvia Irigaray (mamá de Maxi), Elvira Torres (mamá de Cristian) y Enrique Matassa (papá de Adrián).
Silvia Irigaray (mamá de Maxi), Elvira Torres (mamá de Cristian) y Enrique Matassa (papá de Adrián).

Esa común unión que propuso Jesús, y cuenta la Biblia (y tan lindo lo dice el Padre Farinello) nos llevó a consolar a los que perdieron a un ser querido, a acompañarlos en el reclamo por Justicia, a conservar la memoria. Siempre juntos.

Con ese espíritu, hace unos años se levantó y se mantuvo la ermita que recuerda a los Pibes de Floresta en la esquina trágica de Gaona y Bahía Blanca. El tiempo no borró la solidaridad: cuando a mediados de este año un camión, accidentalmente, la destruyó, ahí estaban los vecinos otra vez, encarando la reconstrucción.

Y aquí estamos, este 29 de Diciembre de 2013, con 38 grados de calor y sin luz, pero en común unión, en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria. El Padre Julio habla y transmite paz. Dice que el hombre tiene la necesidad de escuchar a Dios, “como hicieron María y José”. Compara la armonía de la Sagrada Familia, con la violencia que se vive en las calles.

También hace mención a la falta de energía eléctrica, y saluda a los medios barriales presentes. Gracias, Julio.

Silvia y Elvira están en primera fila. Silvia se siente mal, se la ve demacrada.

La misa termina. Me cruzo con los padres de Adrián Matassa -Angélica y Enrique- y los saludo.

Más tarde, la caravana se dirige hacia Gaona y Bahía Blanca. Silvia, contenida por el afecto de los vecinos, se va reponiendo, hasta volver a estar espléndida como siempre.

Se descubre el baldosón por la memoria de los Pibes. El Padre Julio bendice la ermita reconstruída; Silvia, Elvira y Enrique dirigen la palabra a los presentes, que son muchos, pese al calor. Silvia dice una frase muy fuerte: “nuestros hijos renacen cada vez que ustedes nos acompañan”. Elvira repite la frase que decía su hijo Cristian. Enrique agradece la presencia de los vecinos.

Silvia dice una frase muy fuerte: “nuestros hijos renacen cada vez que ustedes nos acompañan”.

Acompañan en el acto las Madres del Dolor, muchos colegas (La Posta Capital, Floresta y su mundo, Vínculos Vecinales, Crónica TV), la Juntista Diana Patané, integrantes de la Asamblea barrial de Floresta.

Luego viene la foto con los muchachos que reconstruyeron la ermita, los saludos y los buenos augurios para el 2014.

Me voy en paz. Estoy en comunión con mis vecinos, por la memoria de los Pibes de Floresta.

 

Por Claudio Serrentino

Fotos: La Bocina

 

 

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