El Sábado 15 de Febrero, se realizó una reunión del Consejo Consultivo Comunal con los vecinos de Versailles, por el problema con el patio de juegos de la Plaza “Ciudad de Banff”, que hace 8 meses está en obra. Propuestas, rotura del alambrado que rodea al obrador, y nueva reunión.
La convocatoria realizada por el Consejo Consultivo Comunal a los vecinos -a través de afiches y de las redes sociales- dio sus frutos, ya que fueron muchos los que se arrimaron al espacio verde para informarse sobre por qué no se terminan las obras en el patio de juegos de la Plaza “Ciudad de Banff”.
La Comisión de Relevamiento del Consejo Consultivo, fue la encargada de informar acerca de las idas y vueltas de la obra.
La historia arranca a fines de 2012, cuando la Comisión presenta el anteproyecto de puesta en valor de la Plaza. Pero, según dicen, el proyecto final que resuelve encarar la Dirección General de Obras Comunales, no responde al presentado en su oportunidad.
Es más: posteriormente, la Comisión participó en los talleres que organizó la Comuna 10 para definir la “puesta en valor” de la Plaza, que estuvieron a cargo del arquitecto Málaga.
[pullquote]Los vecinos participaron en los talleres que organizó la Comuna 10 para definir la “puesta en valor” de la Plaza; pero no se respetaron sus propuestas.[/pullquote]
Como no se respetaron sus propuestas, la Comisión de Relevamiento presentó sendas notas a la Comuna 10, solicitando primero la modificación del proyecto (incluyendo al Patio de Juegos). Luego, el 30 de Octubre de 2013 se presentó un nuevo escrito a la Junta Comunal (expediente13/06125639) solicitando informes por la paralización de la obra.
A principios de Noviembre, un funcionario de la Dirección General de Obras Comunales, el arquitecto Daniel Firpo, se reunió con miembros de la Comisión de Relevamiento. Les prometió que la obra “se reanuda en 15 días”.
La construcción nunca recomenzó, y el 28 de enero del 2014 se solicitó un nuevo informe porque el Patio de Juegos era usado como depósito de materiales de distintas obras.
La suspensión se debería a que, luego de iniciar las obras, se dieron cuenta que no se había proyectado el drenaje. Y como esa modificación no está incluída en el presupuesto, se decidió dejar todo como estaba hasta que se derive una partida para tal fin.
Hoy, como desde hace 8 meses, el lugar donde deberían estar los juegos de los chicos está prácticamente abandonado, con juegos herrumbados, baldosones, y diversos materiales de construcción desparramados sobre el pasto crecido.
LA HORA DEL DEBATE
El debate fue difícil, denso. En su gran mayoría, los vecinos ignoran qué es la Comuna, la Junta Comunal y el Consejo Consultivo (y no porque no quieran saber, sino porque nunca nadie les informó).
Es difícil -aún para los que algo entendemos de comunicación- explicarles cómo funcionan las estructuras de la democracia participativa, ante un reclamo tan puntual, que es además imprescindible para la vida cotidiana: los juegos para los chicos del barrio.
Ni siquiera sabían cómo se llama el Presidente de la Junta Comunal. Cuando algún vecino se familiarizó con el nombre, propuso: “pongamos un cartel: Ferrari (el vecino agregó un insulto) poné el patio de juegos de una buena vez”.
Se volvió más difícil, todavía, explicar que si bien el responsable máximo de la plaza es Ferrari (como Presidente de la Junta Comunal), el que encara la obra es el Gobierno de la Ciudad, porque no le pasa presupuesto a las Comunas.
La mamá de Lucas Schearer dio a conocer las modificaciones que proponían los vecinos de “Versailles de Pie”. Y Marta Pizzo leyó una nota, firmada por vecinos, en la que pedían la terminación de la obra.
Luego, los intolerantes de siempre –los pibes que se creen los dueños de la plaza porque están siempre ahí, tomando cerveza (a esos pibes les aclaro que la Plaza es de TODOS, no de algunos en particular, no importa que vayan todos los días, o no)- se arrimaron a pedir la terminación de los juegos, creyendo que un integrante del Consejo Consultivo que hablaba, era un funcionario del Gobierno de la Ciudad.
Éste le explicó que todos los que estábamos allí, éramos vecinos buscando soluciones, pero no le importó. Él, y sus amigos y amigas (no llegaban a diez), resolvieron entonces tirar abajo el alambrado.
Esa acción logró “romper” la reunión, y generó gritos y discusiones entre los vecinos que apenas dos minutos antes, estaban intercambiando soluciones amigablemente. Una pena.
El final fue con la convocatoria para la Asamblea del Consejo Consultivo, donde se tratarán este y otros temas. Será el Miércoles 19 de Febrero de 18.30 a 21, en OGA, Roma 640.
REFLEXIÓN FINAL
Escuchando a los vecinos REALES preocupados, me fui dando cuenta que hay que hacer URGENTE una campaña de información, para que los vecinos sepan cómo funciona la descentralización. Y mientras tanto, encauzar sus reclamos por donde tiene que ser: el Consejo Consultivo Comunal.
Entiendo a los vecinos de Versailles que dicen: “estos que vienen acá nunca los ví en la Plaza”. Y es lógico. El Consejo Consultivo está integrado por vecinos de los seis barrios que integran la Comuna: Floresta, Velez Sarsfield, Villa Luro, Monte Castro, Villa Real y Versailles. Es más: hay vecinos de Versailles, que probablemente vayan a otras plazas, porque les quedan más cerca.
Pero deben entender que no es algo negativo, por el contrario: con el apoyo de TODOS los vecinos, se podrán encontrar soluciones para la Plaza Ciudad de Banff, y para los múltiples problemas que hay en la Comuna.
Como miembro del Consejo Consultivo (es decir, como vecino de Floresta, y como un ciudadano más que quiere participar) no me interesa ir a “enseñarles” nada a los vecinos de la Plaza: quiénes mejor que ellos para definir sus prioridades y gustos. La misión del Consejo Consultivo es recoger esas inquietudes, y transmitirlas por los canales institucionales correspondientes.
Nadie tiene la verdad revelada. La democracia participativa, es que TODOS podamos opinar y lograr la mejor solución ENTRE TODOS.
El Consejo Consultivo hace lo que puede dentro de sus posibilidades: hay mucho trabajo “ad honorem” y buena voluntad de sus integrantes. Es un espacio absolutamente perfectible, pero tenemos que aprender que los tiempos de la gente común, sus realidades, sus problemas, están en otro plano: ahí está lo urgente, lo prioritario.
Citar normas en una reunión callejera es, cuanto menos, inoportuno.
Hay que atraer a los vecinos para que se sumen con sus propuestas, y no espantarlos con legalismos.
[pullquote]Citar normas en una reunión callejera es, cuanto menos, inoportuno. Hay que atraer a los vecinos para que se sumen con sus propuestas, y no espantarlos con legalismos.[/pullquote]
Habrá que hacer lo que no hicieron ni el gobierno central, ni la Legislatura, ni las grandes corporaciones de medios, en todos estos años: enseñarles a nuestros vecinos cómo funciona la democracia participativa.
Mientras tanto, hay que sumar, sumar y sumar: todas las instituciones de la Comuna deben integrar el Consejo Consultivo, todos debemos opinar y escuchar la opinión del otro, todos los vecinos deben saber que esta es la institución que los representa y que defenderá sus interesese a la hora de reclamar por una vereda rota, un bache profundo, una luminaria que falta, un espacio verde abandonado.
Debemos aprender, entre todos, a mejorar nuestros barrios. La Constitución de la Ciudad nos garantiza ese derecho.
No es tan difícil, después de todo: sólo hay que proponérselo, dejar atrás los egos, y lograr modificar esta realidad que se nos quiere imponer desde “arriba”: irracional, absurda e ilegal.
Por Claudio Serrentino
Fotos: La Bocina