El 22 de Septiembre, se realizó una Audiencia Pública para tratar un proyecto de ley que tiene por objetivo denominar José María Gatica a una plaza del barrio de Villa Luro, ubicada entre la avenida Juan B. Justo, entre avenida César Díaz y Moliere.
Participó un orador, Federico Danilo Granato, que apoyó el proyecto al sostener que “Gatica fue un ejemplo de alguien que con apoyo del Estado logró superarse y puede ser un ejemplo a imitar por los chicos que hoy en día van a la plaza”.
“Gatica empezó como lustrabotas en la estación de trenes de Constitución y llegó a lo más alto del boxeo profesional con esfuerzo personal y apoyo del Estado”, continuó el expositor.
La Audiencia fue encabezada por la diputada Lía Rueda (PRO), y estuvieron también presentes las diputadas Cecilia de la Torre, Paula Villalba y Diana Martínez Barrios (PRO).
El expediente 2160-D-2014 de autoría de la diputada María Rosa Muiños (FpV) fue tratado en la correspondiente Audiencia Pública luego de haber sido aprobado en forma inicial por la Legislatura porteña el 16 de Julio de este año. Deberá ser puesto a consideración nuevamente en sesión para su sanción definitiva.
El entonces Presidente Juan Domingo Perón le había mostrado aprecio; en una ocasión en que pidió que se lo presentasen; Gatica, con desparpajo, lo saludó con una frase que se haría famosa: “General, dos potencias se saludan”. Perón, aficionado al boxeo, apoyó el primer y único viaje de Gatica a los Estados Unidos en busca de un título mundial; la gira comenzó con éxito, derrotando por nocaut en el cuarto asalto a Terence Young.
Gracias a ello, el campeón mundial de la categoría, Ike Williams, le ofreció un combate sin poner en juego el título en el Madison Square Garden de Nueva York; el combate, celebrado en 1951, se resolvió muy rápidamente con un encadenamiento de golpes de Williams, que noqueó a Gatica en el primer asalto, aprovechando un exceso de confianza del boxeador argentino.
QUIÉN FUE
Nació en la ciudad de Villa Mercedes (en la provincia de San Luis), pero a los siete años su familia, extremadamente pobre, se mudó a Buenos Aires. La habilidad adquirida en las peleas callejeras para mantener su puesto en la estación de trenes atrajeron la atención de un comerciante local, Lázaro Koczi, que tenía vínculos con el boxeo.
Le ofreció participar por dinero en los combates irregulares que se celebraban en The Sailor s Home, el alojamiento para marineros sin trabajo de la misión británica. Tras unos cuantos combates exitosos, Koczi le propuso dedicarse al boxeo profesional.
El 7 de Diciembre de 1945 tuvo su primer combate profesional, en el que noqueó en el primer asalto a Leopoldo Mayorano. Ganó dos peleas más en ese mes, un ritmo casi sin precedentes. Ya con algo de fama, en 1946 haría siete combates, ganándolos todos; en uno de ellos se enfrentó con quien sería su archirrival, Alfredo Prada, con el que se encontrarían cinco veces más en el ring, con resultados igualmente divididos, y quitándose mutuamente el invicto.
El perfil popular y el indudable carisma de Gatica, un boxeador agresivo y ambicioso, espectacular sobre el ring, atrajeron la atención del público. Se granjeó el aprecio de los asistentes a la tribuna popular, que lo apodaron “el Tigre” por la furia que mostraba en el combate; mientras que los aficionados de clase alta, lo apodaron “el Mono”, caricaturizando su color de piel y sus facciones.
Fuente DG Prensa Legislatura
Foto: Gobierno de San Luis