EL CORRALÓN DE FLORESTA. Casi un año después, desalojaron el predio

El 3 de Febrero de 2016 había sido un “día histórico” para el Presidente de la Comuna 10 Daniel D’ippolito. La promesa que se lanzó entonces -construir una plaza en El Corralón de Floresta- tuvo muchas idas y vueltas. Pero puede empezar a concretarse desde ahora -casi un año después- ya que finalmente, el predio fue desalojado y cerrado.

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Según el sitio elcorralondefloresta.org.ar, el predio “fue finalmente desocupado, y como todos queríamos, sin violencia”. Ocurrió el Martes 17 de Enero pasado.

“Gracias a los reclamos que elevamos por la demora en el comienzo de las obras, intervino el Ministerio Público Fiscal (mención aparte para la fiscal Celsa Ramirez), y se logró que finalmente el predio sea desintrusado y sus accesos cerrados para que las tareas de saneamiento puedan comenzar”, dice un comunicado en el sitio, que no lleva firma.

El hecho ocurrió a casi un año del “día histórico” proclamado por el Presidente de la Comuna 10. El 3 de Febrero de 2016, Daniel D’ippolito anunció que “dimos el primer paso para la recuperación del Corralón de Floresta como espacio cultural”.

Casual o causalmente, unos días antes, había corrido un rumor: el Jefe de Gobierno Rodríguez Larreta pretendía mandar a El Corralón a los manteros de la avenida Avellaneda.

La gestión de la Junta Comunal buscó acercar posiciones entre los grupos culturales que ocupaban El Corralón y los vecinos frentistas (que se quejaban por los ruidos molestos y desmanes que ocurrían allí todos los fines de semana). Mientras tanto, la Secretaría de Descentralización avanzaba en el proyecto de “plaza cultural”.

La historia de El Corralón es larguísima, y la lucha de los vecinos para recuperar el predio para la comunidad, lleva más de medio siglo.

Lo cierto es que pasó de ser un depósito de camiones de basura, a convertirse en una plaza, una escuela, y un espacio cultural GRACIAS A LA LUCHA DE LOS VECINOS.

Durante la gestión de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, El Corralón fue abandonado por el Estado. Los grupos culturales lo ocuparon “como custodios del espacio público”. En esos años pasó de todo: robos, intrusiones, ruidos molestos a cualquier hora e incluso, algún funcionario subalquiló espacios a empresas privadas.

En Marzo, hubo una reunión en el Consejo Consultivo. Unos meses después, ocurrió la firma del “acta acuerdo” (algunos grupos culturales encabezados por la Asamblea de Florseta, vecinos frentistas, Junta Comuna 10 y Secretaría de Descentralización).

Luego ocurrió la “bendición” del proyecto en la Legislatura, con diputados del FPV y el PRO.

Cuando parecía que estaba todo listo para empezar las obras, un grupo de los grupos culturales presentó un recurso de amparo, e intervino la Justicia, con lo cual todo quedó como estaba.

La confusión se apoderó del predio, y mientras el grupo encabezado por la Asamblea reclamaba “desalojo ya para que se inicien las obras”, otro sector de los grupos culturales realizaba un “acampe” porque no querían irse. El “acampe” interrumpió parcialmente el tránsito sobre Gaona durante varios días.

En aquellos días, hubo episodios de violencia que fueron relatados en ese mismo sitio: cuenta uno de los integrantes del Espacio por la Plaza Cultural del Corralón de Floresta que mientras transcurría una reunión allí, una patota integrada por entre 10 y 15 miembros del acampe que se realiza allí, se hizo presente para romper la reunión, ante lo que decidimos retirarnos para no responder a las provocaciones”.

Tras el “acampe”, el comunicado publicado en elcorralondefloresta.org.ar da su versión de qué fue lo que pasó: “unos pocos vivos se tomaron como un juego la lucha de tantos años por la plaza pública cultural, y todo derivó en la intrusión del predio por personas totalmente ajenas. Se ve que un día se aburrieron y se fueron, sin asumir esa consecuencia, que esperamos sea la última”.

No se sabe quiénes fueron esos vivos, si pertenecían a alguno de los grupos culturales, o si aparecieron en medio de la confusión. El comunicado no dice nada al respecto.

Durante el desalojo, estuvieron presentes el Presidente Comunal D’ippolito y la arquitecta Mariela Patiño, de la Secretaría de Descentralización.

“Nosotros también estuvimos, como un recordatorio de que tienen que cumplir con sus compromisos, de que esa será nuestra plaza cultural y que no será un logro de uno u otro gobernante de turno, será un logro de  la democracia participativa, de los vecinos, del barrio, dice el sitio de El Corralón de Floresta.

Supongo que cuando dicen “esa será nuestra plaza cultural”, quisieron decir que será “de todos”. Ojalá sea así.

Claudio Serrentino

Foto: elcorralondefloresta.org.ar

 

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