Mientras adentro de la Legislatura, la mayoría automática del oficialismo aprobaba la ley “de integración productiva e impulso al trabajo”, en la calle una movilización se manifestaba en contra de la aprobación de esa norma “que beneficia a grandes empresas, en detrimento de los comercios del barrio”.
El parte oficial distribuido ayer por la Legislatura, asegura que la ley aprobada ayer, denominada de Integración Productiva e Impulso al Trabajo en Barrios Populares, “incentiva la radicación de empresas en barrios populares de la Ciudad mediante la devolución de lo invertido a través de Ingresos Brutos. Esta política de fomento e integración busca mejorar la oferta de bienes y servicios, y dar impulso a la creación de puestos de trabajo genuinos para los vecinos y vecinas. De esta manera, las empresas podrán acceder a nuevos mercados y a nuevos consumidores, incrementando los beneficios para su actividad económica, teniendo que realizar las inversiones dentro de los espacios de explotación comercial, y garantizando que un mínimo del 30% de los trabajadores contratados, sean del barrio”.
La ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, María Migliore, declaró al respecto: “la agenda del crecimiento y la integración tienen que ir de la mano. Para eso hace falta tender puentes y crear los marcos que nos permitan trabajar juntos. Este es el camino en el que creemos en la Ciudad, para integrar los barrios populares, nivelando para arriba el punto de partida, y apostando al trabajo como la mejor política social“.
El parte oficial detalla que “Tras un intenso debate, se aprobó el proyecto por 32 votos positivos de VJ, UCR y PS; 20 negativos de FdT, FIT y CF; hubo 4 abstenciones de LLA”.
El debate casi incluyó escenas de pugilato entre los diputados Roberto García Moritán y Javier Andrade. Mientras desde el oficialismo, la legisladora Villafruela aseguró que la aprobación implica “fomentar el empleo genuino y de calidad, sobre todo para que los jóvenes”, desde la oposición retrucaba la legisladora Berenice Iañez: “o hacemos leyes para el bienestar de nuestro pueblo o hacemos leyes para las empresas que se la vienen llevando en pala para que se la sigan llevando en pala”.
En las gradas, un grupo de comerciantes presenció la sesión, con carteles que reclamaban “Fomenten el comercio barrial”, “Basta de perjudicar a los pequeños comerciantes”.
El bloque Frente de Todos sostiene que la ley perjudica a los comercios de los barrios populares, y que establece un beneficio impositivo que impacta en forma desigual, según quién lo use. Ya que la ley permite descontar Ingresos Brutos a las empresas que se instalen en los barrios populares, pero sobre lo que facturen en toda la Ciudad.
La legisladora Alejandrina Barry (FIT-Unidad) afirmó que “en los barrios ya existen comercios de todas las actividades que plantea esta ley”, y luego preguntó si “el objetivo es que los empresarios avancen y revienten a las cooperativas”.
Puertas afuera del recinto, una masiva movilización se destacaba por una caricatura 3D de Rodríguez Larreta, con el slogan oficial modificado: “la precarización no para”.
En declaraciones a la agencia Télam, Flavia Romero, una integrante de la Junta Vecinal de la Villa 21/24, dijo que “estamos movilizados para decir no a la ‘Ley Farmacity’, que quiere darle beneficio a grandes empresas para que se instalen en barrios populares, desplazando a los pequeños comercios de los vecinos de nuestros barrios“.
Claudio Serrentino
Foto: Juan Casas