Cuando bombardearon Caballito

El 26 de Diciembre de 1982, Charly García volvió a copar el centro de la escena musical, durante la presentación de su disco “Yendo de la cama al living”, en la cancha de Ferro.

Terminado Serú, participó con David Lebón del “recital de solidaridad latinoamericana” en la cancha de rubgy de Obras, en el que los músicos reclamaban la paz, y recaudaban alimentos no perecederos para los soldados (que nunca les llegaron).

Charly declaró años después, sobre su participación en aquel evento: “No estábamos muy convencidos, pero no ir hubiera sido un desprecio para los pibes y para los músicos. Además, fue horrible, porque no había equipos, nada, todos con la misma guitarra criolla, gigante… Y después, cuando prohibieron la música en inglés, me pareció la pelotudez más grande del mundo. Ahí fue una de las primeras veces que me dio un poco de vergüenza ser rockero nacional. Imaginate: sacaron toda la música importada y pasaban a cualquiera en la radio (se ríe). Y uno, que había sido un marginal, pasaba a ser un prócer de un momento a otro. ¿Están todos en pedo? Y bueno, este país…”

Terminada la guerra, Charly se dedicó a preparar su primer disco solista (“Música del alma” no cuenta, es un disco en vivo en el que toca temas de distintas etapas).

Y así vió la luz “Yendo de la cama al living”, que en principio era un disco doble: en el primero, las 8 canciones. Y en el segundo, la música de la película “Pubis angelical”, de Raúl de la Torre, interpretada por Graciela Borges; una bella colección de melodías instrumentales que mostraban el otro lado del genio. Charly no sólo estaba vendiendo dos discos juntos, también nos enseñaba que había otras versiones de la música, y de su música.

Los cronistas especializados coinciden en que fue “Clics modernos” el que cambió la onda del rock nacional. Pero creo que fue “Yendo de la cama al living” el punta de lanza de la nueva época.

Sobre la canción que habla sobre el clima de época -guerra de Malvinas- “No bombardeen Buenos Aires”, Charly declaró que la escribió durante la guerra, tras aquel festival solidario, en el que participó casi todo el elenco del rock nacional. “Me agarró una bronca… me sentí un pelotudo. Usado”.

En “Yendo…” toca casi todos los instrumentos; Willy Iturri es fundamental en el nuevo sonido, potente, seco, de su batería. Contó con la participación de Luis Alberto Spinetta en dos canciones (“Peluca telefónica” y “Canción de dos por tres”), Pedro Aznar, Nito Mestre (“Superhéroes”) y León Gieco (“Yo no quiero volverme tan loco”, lo registraron como Ricardo Gómez y la compañía hizo juicio). Algunos temas que tocaba con Serú se reconvirtieron, y otros se volvieron un himno de bienvenida a la democracia, como “Inconsciente colectivo”. La mirada crítica sobre la guerra, estuvo en “No bombardeen Buenos Aires”.

El disco se grabó en Floresta norte (Estudios Panda) y en ION, durante Agosto de 1982, mientras la dictadura se iba desarmando. Se lanzó a la venta el 28 de Octubre de 1982.

EL RECITAL DE FERRO

Poco después de ver la luz, el 26 de Diciembre de 1982, Charly presentó “Yendo de la cama al living” en la cancha de Ferro.

La banda de Charly estaba integrada por Willy Iturri, Gustavo Bazterrica, Cachorro López y Andrés Calamaro. Salvo el baterista, los otros habían sido “chafados” por García a Los Abuelos de la Nada. Con Miguel Abuelo tenía mala relación.

Los músicos fueron presentados por un anunciador francés, y llegaron en una limousina. El repertorio incluyó temas de Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros.

El escenario estaba rodeado por una Buenos Aires diseñada por Renata Schussheim, bombardeado con pirotecnia al final del recital. “No sabíamos si iba a salir bien, no pudimos probar”, contó Renata años después.

Charly necesitaba derrumbar lo existente, para iniciar una nueva etapa. No sólo en lo musical, la metáfora era también cultural, social y política. Entonces, el escenario-ciudad fue bombardeado. Había que reiniciar todo, después de aquellas tinieblas. Y aquel inolvidable reseteo ocurrió acá cerca, en Caballito.

El recital fue un éxito, lleno total, primera vez que un solo grupo argentino llenaba una cancha de fútbol. Canal 9 lo transmitió al día siguiente (puede verse por You Tube).

Luego del Adiós de Sui, y del éxito de Serú, Charly nuevamente ocupaba el lugar principal, esta vez, como solista. De ahí en más, la música popular argentina tendría otro estilo, otro ritmo. Sí, después vinieron “Clics modernos”, “Piano bar” y “Parte de la religión”, entre otras producciones inmensas, profundas, contundentes y hermosas del gran Carlos Alberto García Moreno. Pero esa, es otra historia.

Claudio Serrentino

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