El club más importante de la Comuna 10 celebra su Anversario. Un repaso por la historia, las pasiones y los recuerdos de una institución fundamental, que creció junto al barrio, y supo codearse con los más grandes del fútbol.
A principios del Siglo XX, el fútbol ya se había convertido en “pasión de multitudes” para los argentinos.
Pocos años después del primer partido en estas tierras –20 de Junio de 1867– el deporte en el que 11 de un lado y 11 de otro corrían tras una pelota, empezó a dejar de ser un mero entretenimiento para convertirse en proyectos colectivos de comunidades y barriadas.
En 1891 se creó la primera asociación nacional de fútbol, y fue de las primeras del mundo.
El nuevo fenómeno se expandió desde las pequeñas ciudades, hacia Buenos Aires. El primer club de fútbol propiamente dicho de la Argentina, es el Club Mercedes, fundado en 1875 (actualmente juega en la liga mercedina). Le siguen Gimnasia y Esgrima de La Plata y Quilmes (1887), Rosario Central (1889), Banfield y Pacífico de Bahía Blanca (1896).
El primer club de fútbol porteño, es Estudiantes de Buenos Aires, fundado en 1898 por alumnos de los colegios Mariano Moreno y Nacional Buenos Aires. Su sede fundacional, quedaba en Avenida del Libertador y Oro.
Los “grandes” llegarían con los albores del nuevo siglo: River Plate nace el 25 de Mayo de 1901, Racing Club en 1903, Boca Juniors e Independiente en 1905, San Lorenzo en 1908. La fiebre futbolera va llegando al barrio: Velez Sarsfield nace en el túnel de la estación Floresta, el 1º de Enero de 1910.
Cada barra de muchachos tiene su equipo de fútbol, cada esquina quiere enfrentarse y vencer a los rivales de la otra calle, el fútbol apasiona, entusiasma, y transforma lo individual en colectivo, los clubes van floreciendo a medida que el barrio va creciendo…
HISTORIA DE ALL BOYS, SINÓNIMO DE FLORESTA
Siguiendo esa tendencia, cuenta el historiador local Emilio Vattuone que el All Boys Athletic Club nace el 15 de Marzo de 1913 en la casa de Salvador Cincotta, Bogotá 4158. Causalmente, los fundadores fueron once: Vicente Cincotta, Juan Ernesto y Leopoldo Bonanini, Enrique Rusconi, Daniel Stollinzer, Jerónimo Sifredi, Antonio Boeri, Julio Pereda, Miguel Larrosa, Julio Rodríguez y Arturo Molina.
Dicen que el nombre del club se le ocurrió a Sifredi. En un reportaje (“La Voz del circulo”, de Agosto de 1957), el mismísimo Vicente Cincotta relató su versión sobre el origen del club: “Entre todos nuestros juegos, el fútbol era el que más practicábamos; pero teníamos que hacerlo en algunos baldíos sin equipo adecuado, lo que dejaba insatisfecho nuestro sueño de practicarlo con camiseta y zapatos con tapones -como los jugadores de verdad- y en una verdadera cancha. Un día surgió la idea: ¿y si fundara un club? En el barrio podía reunir once muchachos; sólo se trataría de comprar camisetas, darle un nombre y hacer desafíos con otros barrios. El club vino después, como consecuencia del equipo. El nombre de All Boys surgió como una interpretación de la circunstancia: éramos todos muchachos; sólo que no lo dijimos en nuestro idioma, siguiendo una tendencia de denominar a las instituciones con nombre inglés“.
La primera cancha de All Boys se instaló en una fracción de la quinta de Leopoldo Rígoli, quien les cedió en préstamo, por 8 años, parte de su quinta “La Primavera” (comprendida entre las calles Gaona, Segurola, Morón y Sanabria).
Los fundadores de All Boys ya tenían el terreno para jugar. Pero debieron ponerlo en condiciones aceptables para la práctica del fútbol: tuvieron que desmalezarlo y sacar los árboles (en su mayoría, durazneros) y luego, nivelar el terreno.
Para construir las gradas, se organizó un baile popular en los salones del Club “Floresta”: recaudaron $ 1.800, pero no les alcanzaba. Nuevamente, Rígoli cumplió su rol de mecenas y aportó lo que faltaba para construir una tribuna de madera techada, de 26 metros de largo, que se instaló sobre la avenida Segurola. El vestuario era una casilla, que construyeron los socios Cánepa y Borthiery.
Como se verá, los “garroneros” ya existían desde los inicios del fútbol. Para impedir que quienes no pagaban entrada ($0.50 especial, $0.30 mayores y $0.20 menores) pudiesen ver el partido, se extendía una cortina de arpillera bordeando toda la cancha.
Así y todo, era habitual la parada de carros sobre la calle Sanabria para ver los partidos desde arriba de ellos. Las crónicas de la época no informan, si los que pagaron entrada coreaban “aquí están, estos son, los que miran de garrón”…
El mismo año de su fundación, la Federación Argentina de Fútbol lanza el torneo de tercera división. All Boys participa del campeonato, realizando una gran campaña.
En 1914, participa en la división intermedia y llega a la final con Defensores de Belgrano. El equipo lo integraban: Cúneo, Guido y Spano, Vecchio, Iturbe, Atilio Badaracco, López, César Badaracco, Linder, Frascoli, Cincotta, Hiller y Maggio.
En aquel partido definitorio, ocurre un hecho que define el espíritu futbolero en los tiempos del amateurismo: empataban 1 a 1, y el árbitro expulsa al jugador Fourcade, de Defensores. El capitán de All Boys, Guido y Spano, le pidió al árbitro que reviera su actitud, dado que se estaba jugando una final: el árbitro revocó la expulsión, Fourcade volvió al terreno de juego, y su retorno fue tan inspirador que convirtió tres goles. La victoria fue para Defensores de Belgrano por 4 a 1.
EN PRIMERA Y SIN CANCHA
En 1921, All Boys se queda sin cancha, al terminar el lapso del préstamo del espacio otorgado por Leopoldo Rígoli. Pero la pérdida no impidió el ascenso a Primera División (amateur), obtenido en 1922.
El peregrinar por canchas ajenas llegó a su fin el 18 de Mayo de 1924: ese día, All Boys inauguró su nuevo campo de juego, en Segurola 1351, muy cerca de su primitiva casa. Aquel barrio distaba mucho del que vemos hoy: había hornos donde se cocían ladrillos, y quintas que cultivaban hortalizas y legumbres.
Ese año, 1924, fue el de mejor performance de All Boys durante su paso por la primera división del amateurismo: terminó tercero, detrás de Boca y Huracán.
LA ERA PROFESIONAL
En 1935, luego de la reorganización de los torneos por parte de la AFA, All Boys participó del primer torneo oficial de Segunda División (jugaban 16 equipos).
En 1937, vuelve a mudar su estadio a la manzana comprendida por las calles, Segurola, Indio (actual Elpidio González), Sanabria y Miranda.
En 1945 ocurre el primer descenso a Tercera División, pero vuelve en 1946.
En 1950, una “reestructuración” de las divisionales, resignó al Albo a la tercera categoría, denominada entonces “Primera División Amateur”. volvió a la Segunda en Octubre de ese mismo año.
El 10 de Noviembre de 1959, se sancionó la Ley 14.934, por la cual el Estado Nacional donó el terreno al Club Atlético All Boys, ubicado sobre la Av. Álvarez Jonte, entre las calles Chivilcoy y Mercedes.
El tercer descenso ocurre en 1962. Luego de una muy buena campaña, All Boys llega a la final con Villa Dálmine: el Albo perdió 1 a 0, pero otra “reestructuración” lo colocó de nuevo en la segunda división.
En 1963 se inauguró el Estadio Islas Malvinas, en un encuentro frente a Deportivo Riestra. Al momento de la inauguración, el estadio contaba con dos tribunas laterales.
Luego de una gran campaña, en 1964, All Boys pelea el segundo ascenso a Primera. El último partido, frente a Platense, jugado en el Viejo Gasómetro, fue victoria para los calamares.
En 1967 comienza la construcción de la platea alta, y el Albo juega de local en otras canchas.
En 1972, de la mano del “Colorado” José Paladino, All Boys logra el ascenso a Primera: ganó 11 partidos consecutivos (récord en el ascenso), sacó 29 de los últimos 30 puntos en juego y el 14 de Octubre de 1972 se coronó campeón de primera B en la penúltima fecha, en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, donde Excursionistas, que descendió esa tarde, hizo de local. Ganó 1 a 0 con gol de Benítez.
En el Metropolitano de 1974 consagró la mejor campaña de su historia de Primera: salió quinto.
En 1980, el penúltimo puesto lo envió a la Primera B. En 1982, debió jugar un partido desempate con Talleres de Remedios de Escalada para definir el descenso a la C: un empate en cero obligó a los penales, y el arquero Brunetti fue el héroe de aquella tarde en cancha de Huracán.
En 1986, otra reestructuración lo forzaba salir entre los cuatro primeros para sumarse al Nacional B: como no lo consiguió, empezó a jugar en la B Metropolitana.
En la temporada 1992/1993, de la mano del técnico Mario Rizzi, con figuras de la talla de Alberto Pascutti, el Albo logra ascender a la B Nacional.
En Marzo de 2000, dos ex empleados solicitaron la quiebra de All Boys, lo que derivó en una crisis institucional. Entonces, el Presidente era Eduardo Brey. Lo sucedió Roberto Bugallo.
En 2001 descendió a la B Metropolitana. En 2003, perdió la chance de volver a la B Nacional: jugó la promoción con El Porvenir. Ganó el equipo del sur bonaerense.
En 2004 se inauguró la “Tribuna Miranda”, iniciativa de un grupo de socios y simpatizantes que concretó su sueño de construir la cuarta tribuna del estadio.
En 2007, se desarmó la tribuna lateral de madera para construir una tribuna de cemento sobre la calle Chivilcoy con capacidad para 8.000 hinchas de pie. Se inauguró en Febrero de 2008, ante el Club Comunicaciones.
Para la temporada 2007/2008, el club contrató como técnico al ex jugador José “Pepe” Romero; llegaron jugadores de nivel, como el “Chino” Zárate y Hernán Grana. En la campaña más importante de su historia, el Albo ascendió a la B Nacional en 2008, y regresó a Primera División en 2010, después de vencer a Rosario Central 3 a 0 en el Gigante de Arroyito.
Para el Clausura 2011, All Boys incorpora al “Burrito” Ariel Ortega. Y en el Torneo Clausura 2012 se ubicó en el quinto puesto.
En 2014, el club de Floresta-Monte Castro volvió al Nacional B; una comisión de 7 socios debió hacerse cargo del club.
Encontraron deudas por más de 40 millones de pesos, herencia de la gestión de Roberto Bugallo.
En la victoria o la derrota, con cancha propia o en estadio prestado, en las buenas y en las malas… ¡Vamos Albo, todavía!!!
Claudio Serrentino
Fuentes y fotos: “La Floresta, nuestro barrio, reseña evocativa”, de Emilio Juan Vattuone. Club Atlético All Boys, www.allboysdeprimera.com.ar, la-pelota-no-dobla.blogspot.com, www.wikipedia.org y archivo La Bocina.