Mucho mucho, no se sabe. Pero se apuraron en dar la noticia. Mientras varias fuerzas de seguridad -nacionales, provinciales y municipales- intentan dar con tres prófugos, el Presidente Macri y el Jefe de Gobierno Rodríguez Larreta dicen que están trabajando para mejorar la seguridad.
Y así lo anunciaron en la Casa Rosada: firma, fotos con un Policía Federal y una Metropolitana que se dan la mano… Todo con ese estilo tan “naif”, que en la Ciudad -al menos, electoralmente- les dió resultado.
Pero estas son las ligas mayores: si en la Ciudad se ocuparon de baches y plazas, ahora Macri y compañía deciden el destino del país. Hasta ahora, la no concreción del traspaso era la excusa perfecta a la que aludían los funcionarios porteños para justificar la inseguridad.
A partir de ahora, se acaba el chamuyo.
¿Qué hay de concreto en el traspaso de la Federal a la Ciudad? No mucho, por ahora un papel firmado y promesas. Según el convenio, la transición puede durar un año, o más. Es más: durante 2016, el sueldo de los Federales porteños seguirá siendo pagado por la Nación. Todavía no se sabe, siquiera, cómo se va a llamar la fuerza de seguridad, ni cuándo se efectivizarán las promesas que Rodríguez Larreta vocea por todos los medios a estas horas: “más tecnología, sistemas de comunicación, patrulleros inteligentes con cámaras de 360° y capacitaciones”.
Curiosidad 1: los “patrulleros inteligentes” ya habían sido incorporados a la Federal durante la gestión de Cristina, en Marzo de 2013. Sí, ya tenían las cámaras de 360°.
La Federal dependerá directamente del Jefe de Gobierno y su Ministro de Seguridad, Martín Ocampo.
Curiosidad 2: en el acto realizado en Casa Rosada, estuvo presente Horacio Giménez (Jefe de la Metropolitana) pero no concurrió Román Di Santo (Jefe de la Federal) ni su segundo, Héctor Tebes.
Desmienten que haya mala relación entre la cúpula de la Federal y el gobierno, pero esa es una simple anécdota.
Lo cierto es que se acaba la era del piripipí y va llegando el momento de asumir los grandes desafíos: habrá que ver si con este traspaso se logra aminorar la inseguridad, deuda de todos los gobiernos democráticos, desde 1983 hasta acá.
Claudio Serrentino
Foto: Presidencia de la Nación