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Múltiples emociones se cruzaron el 29 de Diciembre de 2021, veinte años después de aquel terrible episodio que marcó la vida colectiva de un barrio, y de un país.
Bajo un sol abrasador –“como aquel 29 de Diciembre”, al decir de Silvia Irigaray– y el termómetro superando los 37 grados, Floresta volvió a la trágica esquina de Gaona y Bahía Blanca, para honrar la memoria de sus Pibes: Adrián, Cristian y Maxi.
La emoción se apoderó del acto oficial, estuvo latiendo en cada corazón, empezando por los familiares y amigos de los Pibes.
Para quienes vivimos aquellos densos días, es importante comprobar que la memoria se conserva intacta. Y es emocionante cruzarse con otros que también estaban allí, en esa esquina, en ese barrio, cuando ningún funcionario osaba aparecerse por la zona.
En el acto oficial, estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, la diputada nacional Paula Penacca, el legislador porteño Claudio Morresi, el comunero Fernando Moya. Estuvo ausente el presidente de la Comuna 10, Mauro Pedone (quizás porque fue un acto organizado por el oficialismo nacional).
Luego de una síntesis de aquellos dramáticos días de 2001, leída por el presentador, se procedió a exhibir la señalización, que lleva la popular foto de Adrián, Cristian y Maxi, y un texto sobre lo ocurrido.
Tras la bendición del padre Julio Mendiguren, se destacó la presencia de Sandra Bravo, quien era empleada del kiosco de la estación de servicio, y cuyo testimonio fue vital para esclarecer los hechos. Sandra se fundió en sentidos abrazos con Silvia y Elvira.
Después de la palabra de los funcionarios, Elvira Torres agradeció a quienes “estuvieron siempre al lado nuestro” (mencionó a los periodistas barriales), y Silvia destacó la labor de la
“que se hicieron cargo de la lucha cuando a nosotros nos atravesaba el dolor”.
Siempre emociona escucharlas. Siempre dejan una enseñanza, una frase, un aporte. En lo personal, las entrevisté varias veces, y siguen sorprendiéndome con datos que desconocía.
Finalizados los discursos, se procedió a descubrir la placa enviada desde la Legislatura porteña.
En medio del calor agobiante, luego vino la marcha de antorchas, misa en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, y festival en la Plaza del Corralón.
Otra vez, como desde hace 20 años, en Floresta volvió a resonar aquel grito que sigue retumbando por las calles: Los Pibes… PRESENTES! Ahora y siempre!
Claudio Serrentino
Fotos: La Bocina