Es fundamental en estos tiempos, sobre todo cuando llega el frío, incluir en nuestras dietas tener la rutina de los súperalimentos que nos ayuden a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Y uno de los mejores en estos casos el pescado azul, que se convirtió en un ingrediente que no puede faltar en una dieta sana y equilibrada.
Sus componente nos generan anticuerpos que provocan que se pueda esquivar muchas veces los resfríos y las gripes fuertes.
Comer bien y cuidarnos de la gripe: las claves
El pescado azul es una gran fuente de proteínas, grasas insaturadas, minerales, fósforo, magnesio y calcio y una de las principales diferencias con respecto al pescado blanco es que tiene un sabor más pronunciado y una textura más rica.
Cuáles son los pescados azules:
- Boquerón
- Anguila
- Arenque
- Atún
- Bonito
- Jurel
- Lamprea
- Pez espada
- Salmón
- Salmonete
- Sardina
- Caballa
- Trucha
El bacalao en salazón se considera, a nivel nutricional, un pescado azul, ya que el proceso de salazón aumenta considerablemente su concentración de grasa.
Pescado azul: los beneficios de sumarlo en la dieta
Los pescados azules, como el atún, el salmón, el bonito, la caballa, la anchoa, el pez espada, la trucha, entre otros muchos, son alimentos ricos en omega-3, esenciales para cuidar la salud cardiovascular y tienen notables beneficios debido a su capacidad para contrarrestar la inflamación.
También cabe destacar, que incluir pescado azul en la dieta puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol aumentando el “bueno” y reduciendo el “malo”.
Fuente: Noticias Argentinas