
Hugo Orlando Gatti fue bautizado el “Loco” porque salía del arco. Para muchos, era inconcebible aquella audacia.
Pero el “Loco” siguió el camino de su mentor, Amadeo Carrizo, el pionero en “salir jugando” lejos de los tres palos.
Gatti se inició en Atlanta, y luego pasó a River, donde fue alumno del gran Amadeo, y su suplente. En un clásico en la Bombonera, el “Loco” insistía en salir jugando, pese a que River iba perdiendo 3 a 0. En la tribuna se reían.
De River a Gimnasia, donde fue ídolo y patentó a su nombre lo del arquero jugador: en una propaganda televisiva de Ginebra Bols, Gatti pateaba de arco a arco, y convertía el gol, porque el “Loco” tenía “smowing”.
El Toto Lorenzo se lo llevó a Unión, donde el técnico armó la precuela de lo que sería el Boca campeón de todo.
Entonces era el titular de la Selección Argentina. Viajó con el equipo de Menotti en una gira para enfrentar a países “detrás de la cortina de hierro”. Fue figura en el triunfo frente a la Unión Soviética. Los diarios rusos lo bautizaron “el oso de Kiev”. Ese día las sacó todas, en un campo de juego nevado.
Después del fracaso del gran arquero de Central, Biasutto, defendiendo el arco xeneize, la llegada de Gatti a Boca -dirigido por Lorenzo- daba cierta tranquilidad. Aunque con el “Loco” nunca se sabía.
A aquel equipazo del Toto era muy difícil hacerle goles, y una de las razones era que estaba Gatti en el arco. En el primer semestre del ’76 salió campeón del metropolitano.
Armando, el presidente de Boca, organizó un amistoso con Platense, flamante ascendido a primera división. El “Loco” había prometido que si salían campeones, jugaba de 9. Y en ese partido lo cumplió: en el segundo tiempo se calzó la 9, en una Bombonera que reventaba de gente. No agarró una. No importaba. En las tribunas se respiraba felicidad.
El “Loco” también estuvo en la mítica final Boca-River en cancha de Racing, que ganó Boca con aquel zapatazo de Suñé, mientras Fillol (su amigo y adversario) acomodaba la barrera.
El año siguiente Boca llegó a la final de la Libertadores. Gatti atajó el penal a Vanderley, que posibilitó a Boca ganar su primera copa. Luego vendría la Intercontinental. Un par de años después, la llegada de Maradona a Boca le hizo disfrutar otro campeonato.
El “Loco” se retiró en el ’88. Se llevó un par de récords: es el jugador con mayor cantidad de partidos disputados en la Primera División (765 partidos) y el de mayor cantidad de penales atajados (26 en total, compartido con Ubaldo Fillol.
Nunca dejó de ser hábil declarante. Es recordada su participación en aquel programa de Neustadt, luego de Argentina 0-Colombia 5, en el que Sanfilippo y Gatti criticaron a la Selección.
Se mantuvo distanciado de Boca, pero estaba orgulloso de su amistad con el presidente del Real Madrid. En España fue figura de los programas deportivos, donde se destacaba por sus declaraciones rimbombantes.
La última vez que lo ví, era panelista en un programa de Canal 9.
Gracias por tu talento, Loco querido!
Claudio Serrentino