Implosión en el PRO: ¿casi todos contra Gabriela?

Como De la Rúa o Scioli, Gabriela Michetti tiene una gran ventaja: su “imagen”. Pero osó desairar a Macri. Ahora, el aparato partidario PRO intentará frustrar sus ansias de gobernar la Ciudad.

Michetti, Macri y Larreta en otros tiempos.
Michetti, Macri y Larreta en otros tiempos.

Como Fernando De la Rúa en los ’90, o el Gobernador Scioli hoy, Gabriela Michetti tiene una ventaja sobre el resto: es “bien vista”.

Nadie recuerda alguna acción política trascendente que haya impulsado el entonces candidato De la Rúa.

¿Qué cambios impulsó Scioli durante todos estos años al frente de la provincia más importante y rica de la Argentina, que sin embargo está golpeada por la pobreza y azotada por la delincuencia?

Igual que ellos dos, Gabriela Michetti es como una “marca registrada” en política, que parece no necesitar de promesas o proyectos para atraer a los votantes.

A diferencia de los dos hombres con los que se la compara, Gabriela tiene cierto “carisma”; De la Rúa debió aclarar desde los spots publicitarios, cuando quería ser Presidente, que no era aburrido. Daniel Scioli repite constantemente ante los micrófonos que está trabajando. ¿Y la Michetti? Ella dice lo que piensa y hace lo que siente.

Durante una cena ocurrida a mediados de Enero, Mauricio Macri y otros que integran el círculo íntimo del poder PRO (el publicista Jaime Durán Barba y el empresario Nicolás Caputo) registraron esa forma de ser de manera contundente: el NO de Gabriela al plan de incluirla en la fórmula presidencial.

Fue un NO tajante y estudiado: ella sabía que ese puesto podía ser negociado en una eventual alianza con otras fuerzas políticas, lo que –en caso de concretarse- la dejaría totalmente afuera de los lugares de poder.

Después de aquella comida, era vox pópuli en los círculos partidarios el enojo de Mauricio. Pronto llegó la confirmación pública por boca del propio Jefe de Gobierno: “Rodríguez Larreta es el que mejor conoce la Ciudad, lo de Gabriela es un proyecto personal”, dijo.

La implosión atravesó el partido que gobierna la Ciudad hacia adentro del gabinete, y hacia los estrados legislativos. La gran mayoría de los Ministros de Macri está con Larreta; Gabriela suma, apenas, dos adhesiones: Hernán Lombardi (Cultura) y Guillermo Montenegro (Seguridad) seguirían fieles a la precandidata. En la Legislatura ocurre algo similar.

En total, son cuatro los precandidatos a Jefe de Gobierno: a Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, se le suman los menos conocidos por el gran público Diego Santilli (más famoso por su separación, que por su trayectoria política) y Cristian Ritondo (Vicepresidente Primero de la Legislatura).

[pullquote]Los precandidatos a Legisladores y a Comuneros, serán elegidos “a dedo” por Mauricio Macri[/pullquote]

Hacia adentro del partido se preguntan cómo se repartirá la plata para propaganda política, y cómo terminarán jugando Santilli y Ritondo ante este panorama. ¿Siguen, o esperarán un ofrecimiento de sus –hasta ahora- adversarios, para sumarse a alguna de las fórmulas?

La plana mayor del PRO, por las dudas, ya aclaró que las PASO sólo dirimirán a los candidatos a Jefe de Gobierno. Habrá una sola lista de precandidatos a legisladores,  armada por Mauricio Macri.

Algo similar ocurrirá con los precandidatos a integrar las Juntas Comunales: también se elegirán “a dedo”, y obviamente, los primeros lugares quedarán en manos de los sostenidos por Rodríguez Larreta.

Aunque a ese nivel territorial, tendrá que negociar, sobre todo, con Cristian Ritondo, que tiene tropa propia entre los actuales Comuneros.

“El PJ renovador le hizo lo mismo a Menem cuando enfrentó a Cafiero…”, tratan de envalentonarse los partidarios de Gabriela Michetti. Ella ya tomó nota de que nadie le va a ser fácil el camino. Por las dudas, aclaró: “si pierdo la interna, no voy a ir de vice de Macri”.

¿Tendrá un plan B –exilio partidario- si la mayoritaria estructura PRO de la Ciudad logra frustrar su precandidatura?

Claudio Serrentino

Foto: Periodismo.com


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