ELECCIONES PORTEÑAS 2015. Ganó Larreta, ¿perdió Macri?

Estaba todo preparado para otra gran fiesta amarilla. Faltaba un pequeño gran detalle: el apoyo de los votantes, que no fue tan generoso como se esperaba, en el distrito cabecera del candidato presidencial Mauricio Macri. Hubo baile, hubo globos. Pero aparecieron muecas de preocupación.

Martín Lousteau perdió con Larreta, pero casi fue el verdugo de Macri.
Martín Lousteau perdió con Larreta, pero casi fue el verdugo de Macri.

Parecía que estaba todo “cocinado”: “ganamos por más de 10 puntos, tranquis”. El PRO se floreaba con su poder sobre los votantes porteños… Y de repente, la pequeña, mínima diferencia. Lousteau, el chico de los rulos y el look descuidado, les mojaba la oreja y les escupía el asado, justo cuando estaban por servirlo.

De hecho, “Crónica TV” puso un videograph que anunció durante la hora después de los comicios: “Ganó Larreta por 10 puntos”. Y el Vicejefe electo, Diego Santilli, se animó a afirmar al mismo tiempo: “ganamos por 8 o 10 puntos”.

En el bunker PRO estaba todo tan preparado, que los movileros anunciaban como un gran dato la presentación del primer spot de la campaña presidencial “con gente común”. Y se arriesgaban a afirmar que “los candidatos Macri y Michetti bajarán del escenario y se mezclarán con la gente”.

Con la tendencia irrevocable, Rodríguez Larreta salió al escenario e intentó arengar a las masas (perdón… cierto que es el PRO) y les pedía que alentaran más. Debió hacerlo antes. Mucho antes del día de la votación (quizás, con hechos). Santilli apareció portando su rol de muñequito de torta. Macri hizo lo mismo de siempre, con las mismas palabras e incluso, con la misma camisa. Pero esta vez, no estuvieron en el escenario ni su hija, ni su mujer. Y no se “mezclaron con la gente”, como se había prometido. Macri y Michetti bajaron, pero protegidos por un corralito.

La cosa terminó rápido. Demasiado rápido. En menos de un segundo, las cámaras abandonaron los globos y enfoncaron a Martín Lousteau, desde el bunker ECO. El sonido, malísimo. Algunas caras dejaron ver una especie de resurrección electoral: viejos radicales impresentables, a los que, después de años ¡por fin! les volvía el alma al cuerpo.

Con cara de haber acertado los 15 del Telekino más el número de cartón (4×4 y casa rodante), Martín agradecía y agradecía, pero no mencionó a los candidatos presidenciales (aunque Sanz estaba muy cerca de él) de su propio espacio político. Devolución de favores, que le dicen.

[pullquote]parece que Lousteau ganó, y Larreta perdió, cuando es todo lo contrario. Cosas de la sensación térmica de la política[/pullquote]

Increíblemente, más allá de lo que dice la Constitución porteña: “gana el ballotage el que saque el 50% más 1 de los votos”, parece que Lousteau ganó, y Larreta perdió, cuando es todo lo contrario. Cosas de la sensación térmica de la política.

El círculo íntimo macrista deberá evaluar qué le están diciendo los porteños, los santafecinos, los cordobeses y los mendocinos. Macri debe tomar nota que tocó un techo, incluso, en el distrito que gobierna desde hace 8 años. En apenas tres semanas -se vienen las PASO nacionales- el candidato presidencial PRO deberá hurgar en la galera, a la pesca de algún conejo que atraiga votos, y agitarlo como si fuera un puñado de dólares. Scioli ya empezó a echarle tierra, Massa intuye un viento de cola.

A nivel Ciudad, no es casual que los barrios del centro y el oeste porteño le hayan dado la espalda al candidato PRO: recorriendo esos barrios, y comparándolos con los lugares donde ganó holgadamente, se explican los votos a favor, y en contra.

Caminar por Palermo, Recoleta o Belgrano, no es lo mismo que hacerlo por Liniers, Almagro o Floresta. La diferencia salta a la vista, por ejemplo, en las fuerzas de seguridad: en el norte, los custodian la Metropolitana y la Federal. En los espacios verdes tienen guardianes de plaza: por el centro y el oeste, escasean o directamente, no hay. Esas diferencias saltan a la vista y la gente lo percibe. Y a la hora de elegir… lo tiene en cuenta.

Ahí está la respuesta del triunfo ajustado, y no en las pedorras especulaciones de ciertos “especialistas” que rellenan horas de TV diciendo lo obvio.

Quizás, Horacio Rodríguez Larreta hubiera triunfado más holgadamente si se hubiera dedicado a mostrar propuestas y nuevos proyectos, y no plantear sólo la idea de ser el “continuador” de Macri. Lo mismo va para Martín Lousteau: si hubiera hecho campaña “en serio”, si hubiera tirado ideas novedosas, si no se hubiera conformado con el segundo puesto que le prometieron de entrada, otra hubiera sido la historia.

Esto es la democracia: hoy, contra todos los pronósticos, el que ahora está pidiendo el tubo de oxígeno es Macri, y el que sale a comerse la cancha es Massa. Stolbizer y Sanz miran a Lousteau con esperanza. Carrió debió optar por el silencio. Scioli los mira a todos por arriba del hombro…

El voto popular los disciplina, los alinea, los premia y los castiga. Qué poderosa arma tenemos los ciudadanos…

Claudio Serrentino

Foto: Télam


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