Baja el dólar. Baja el riesgo país. Suben acciones argentinas en Wall Street. Así reaccionaron los mercados ante el apoyo electoral a Cambiemos. Que no votan, pero mandan mensajes. “Golpecitos de mercado”, que le dicen.
¿Qué puede pasar en la Argentina si gana Cristina? Esa pregunta recorrió todos y cada uno de los programas políticos y económicos del establishment.
La cuestión no era inocente: los mercados (nombre genérico que esconde a miles de tipos hábiles en eso de hacer guita sin laburar) necesitaban enviarle un mensaje a la población.
“Sería ir para atrás que gane Cristina”, era la idea final. Y se agitaban fantasmas: “aumentará el dólar”; y efectivamente, en la última semana la moneda norteamericana pegó un salto. Como para asustar a los incautos.
No fue la típica amenaza, la del facineroso que te pone el revólver en la cabeza y te grita “¡dame la plata!” (en este caso, el voto): pero le anduvo cerca. Fue un “golpecito de mercado”, indirecto, casi imperceptible para la mayoría, pero concreto; algo como para encauzar el resultado electoral.
Ahora, los ánimos están más relajados en la city. El dólar volvió a bajar. Lo mismo con el riesgo país (un numerito que sólo importa a los fondos buitres, pero que durante mucho tiempo nos tuvo en vilo). Apoyan a las empresas argentinas que cotizan en la bolsa de Wall Street: subieron sus acciones.
“A nosotros, a los que manejamos la plata grossa, no nos interesa un triunfo de …………………… (completar sobre la línea de puntos; en este caso, escriba Cristina). Si quieren que sigamos inviertiendo algo, no la voten” (bueno, tampoco es que se juegan mucho, hace un año y medio que Macri prometió el desembarco de las famosas “inversiones” y seguimos en “veremos”).
Esa fue la “sugerencia” a los electores argentinos.
Clarísimo. Sus medios se dedicaron a difundirlo ampliamente, incluso desde las columnas de los periodistas “encumbrados”. Todos atienden su juego (el de los mercados), porque la conveniencia será sólo para ellos. Para eso es que son los dueños de grandes corporaciones de medios.
¡Menos del voto! Fue por eso que apelaron a sus voceros.
Ojo, no es que Cristina sea la abanderada anti-mercado (de hecho, nunca se metió con el sector financiero, más allá de las cajas de ahorro gratuitas). Es una figura a la que ahora no quieren, les molesta, y punto. Mañana puede ser cualquier otro que tenga chances de ganar (escribirán otro nombre sobre la línea de puntos). Y volverían a meter presión…
Por eso, hoy sus medios lo muestran como algo positivo: Clarín lo destaca en el lugar más importante de la tapa. El diario habla de “optimismo en el mercado” pero no de “optimismo en los argentinos”, que son los que en realidad votaron.
Quizás, porque cuando gana el mercado, no gana la gente. Pero cuando pierde el mercado… ¿adivinen quiénes pagan? No esos tipos hábiles en hacer guita sin laburar, sino TODOS.
Entonces, no es casual, sino causal que los mercados no critiquen el rumbo de la economía, la inflación que no cede, los préstamos a un siglo y tantas otras cuestiones que hipotecan el futuro y el presente.
Y ya se sabe: todo lo que hacen ellos, es porque les conviene. Y si omiten la crítica, debe ser porque ellos están llenándose los bolsillos con la situación económica actual.
A costa de todo el resto.
Claudio Serrentino
Imagen: tapa de Clarín del 15/08/2017