En 1928, desde Lacarra y Rivadavia, partía el primer colectivo que circuló por el país. Un historiador de Floresta logró testimonios de aquellos pioneros del popular “bondi”.
Si el tren nació como símbolo de progreso, y tuvo su primera terminal en La Floresta… muy distintas fueron las intenciones de los taxistas que se juntaron hace 91 años -el 24 de Septiembre de 1928– en la esquina de Rivadavia y Lacarra, con el único propósito de paliar la malaria económica que se vivía entonces.
A los “tacheros” casi desocupados, se les ocurrió la idea salvadora: ¿y si llevamos a varios en un solo viaje?. Así nacía el taxi-colectivo, idea primigenia de lo que hoy se conoce popularmente como “bondi”.
Cuenta el historiador y vecino Enrique Vattuone…
“A poco de iniciada la primavera de 1928, fue creada la primer línea de automóviles colectivos en nuestro barrio.
Tal iniciativa se debió a Don Manuel Rosendo Pazos, nacido el año 1900 en nuestra ciudad; curiosamente apodado “El Chileno”, en razón de un período que trascurrió afincado en el territorio hermano.
Sintetizamos la información obtenida durante la entrevista que nos concedió. Algunos peatones que circulaban por las proximidades de las actuales avenidas Rivadavia y Lacarra, hacia la hora 6 del día lunes 24 de setiembre de 1928, contemplaron que iniciaba su marcha por aquella hacia el este, un taxímetro Buick patente nº 1767 con seis personas en el interior.
La plaza Primera Junta constituyó el sitio de arribo del nuevo medio de transporte, concebido por Pazos y otros colegas del volante, quienes de modo solidario al afrontar una etapa crítica con su herramienta de trabajo, decidieron convertir el taxímetro en ómnibus pequeño destinado al trasporte de pasajeros, cuya conducción retribuían con módica tarifa.
Mencionaremos entre aquellos precursores a Don Aristóbulo Blanquet, cononcido como “El Tordillo” en razóan del cabello blanquecino. Ha sido su hermano José Ovidio Blanquet, quien conquistó merecida fama en calidad de bailarín de tango bajo el apelativo de “El Cachafaz”. Agregaremos a Don Lorenzo Forte, a Don Felipe Quintana, oriundo de las Islas Canarias y de ahí su mote “El Canario”, y por último a Don Desiderio Rodríguez.
Pocos días después, cumplían actividad regular 40 unidades, que partían con un minuto de intervalo en razón del paulatino incremento de usuarios”.
Es decir: cada vez que sale o llega un tren o un colectivo, en Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, o cualquier otra ciudad o pueblo del país… hay un gen de la Comuna 10. ¿No es poco, no?
Claudio Serrentino
Fotos: Archivo General de la Nación