Por esas cosas de la vida, un día me crucé con Flor Guzzetti, y me contó de su participación en la muestra del CCK sobre los vuelos de la muerte. Gracias a su gentileza, pude charlar con Giancarlo Ceraudo, el fotógrafo que ubicó esos aviones, en un trabajo conjunto con la periodista Miriam Lewin, y el aporte de Enrique Piñeyro. Testimonio dramático sobre uno de los momentos más oscuros de la historia Argentina, que desembocó en la justicia primero, y ahora en esta muestra llamada “Destino final”.
Giancarlo es italiano, fotoperiodista, anda por el mundo retratando momentos sociales. Llegó aquí a fines de 2001, cuando en las calles retumbaba el “que se vayan todos”. Ya tenía su propia visión de lo que habían hecho los militares durante la dictadura, en materia de violaciones a los derechos humanos. Dice Giancarlo:
- Cuando llegué acá, esas historias me atraparon mucho. Los objetos son testimonios del pasado, llevan respuestas. Cuando era chico, mi papá me llevaba a un aeropuerto chiquito que estaba cerca de casa, él tenía un amigo piloto que me hacía sobrevolar la ciudad de Roma… todo esto se fue juntando, hasta arrancar con la idea de buscar los aviones. Los vuelos de la muerte fueron un hecho contundente también hacia el exterior, y dentro de mi camino fotográfico, recorriendo los centros, fotografiando los sobrevivientes, todo lo que tenía que ver con el dolor de la dictadura. Y por varias razones me crucé con Miriam Lewin, periodista y sobreviviente, le comenté la idea de buscar los aviones. Al principio le pareció una cosa medio bizarra, pero después me ayudó. Y los encontramos. Termina con los documentos encontrados, y la justicia hizo su camino, hasta condenarlos y llevarlos presos. Ahora, tengo el gran honor de exponer este trabajo en la Argentina, en este lugar tan bello y prestigioso, como lo es el CCK, uno de los museos más lindos del mundo.
Giancarlo ya había andado por otros rumbos, cubriendo diversos hechos (Líbano, Marruecos), pero tiene parientes que viven en Argentina, y le atrajo la realidad latinoamericana. Cuando explotó lo de 2001, decidió quedarse a vivir un tiempo acá. Recorriendo nuestra realidad, descubrió que aquel placer que le transmitían los aviones, tenía un lado oscuro. Muy oscuro.
- Para mí los aviones significaban viajes, libertad, exploración… esto de los vuelos fue como una traición. Mi papá tenía ese amigo, íbamos los domingos, sobrevolábamos Roma… Después, al hacer este trabajo, estaba viajando todo el tiempo.
– ¿Fue sencillo encontrar a los aviones de los vuelos de la muerte? ¿Hubo trabas?
- Fue mucho más sencillo de lo que parece. Hay mucha gente que siguen a los aviones, desde que nacen hasta que mueren, y hay mucha información en internet. Claro, hay que hacer cruces, buscar en el lugar adecuado, hacer enlaces… También, mucha casualidad y mucha suerte, que te llevan a hallar documentos. Y después, que la justicia haga su trabajo, porque es la justicia la que determina si los elementos y las pruebas son suficientes, como para juzgar y condenar a una persona.
– ¿Y cuál fue tu sensación íntima, cuando lograste dar físicamente con los aviones?
- Ese avión, el Skyvan, lo tuve en la cabeza durante mucho tiempo… Y fue muy fuerte. Fue muy fuerte cuando entré, en la muestra está el video de cuando entro en el avión por primera vez. Después, cuando me escucho, me doy cuenta que tenía una voz muy emocionada. Y quizás, también tuve mucha suerte con el cielo que había en ese momento, porque había pasado una tormenta en Miami (donde estaba el avión), y el cielo quedó con esas nubes…
– Esa foto transmite un tremendo dramatismo, es muy lúgubre…
- De ese avión salieron los documentos que luego fueron entregados a la justicia. Es del que tiraron a los del grupo de la Santa Cruz.
La muestra “Destino final” tiene casi cien fotos, algunas en formato muy grande, tipo wallpapers, y cuenta con varias capas: objetos, textos, una sala de información, una línea de tiempo, videos, salas dedicadas al trabajo de los antropólogos forenses, al trabajo de Miriam Lewin (periodista detenida desaparecida que trabajó con Giancarlo en la investigación de los aviones), los centros clandestinos de detención, y los juicios por lesa humanidad.
La muestra se inauguró el pasado 20 de Mayo. Puede verse en el CCK, Sarmiento 151, 5° piso, de Miércoles a Domingo de 14 a 20.
Claudio Serrentino
Foto: Facebook Miriam Lewin