La Ley Local 18 de la ciudad de Nueva York, que entrará en vigor en julio, dictamina que los residentes de la ciudad que deseen alquilar una habitación o apartamento se registren primero en la Oficina de Ejecución Especial (OSE) del ayuntamiento y garanticen el cumplimiento de lo que Airbnb llama “el complejo laberinto de normativas en diferentes códigos legales que rigen los alquileres a corto plazo”.
En ese sentido, aquellos que no cumplan con la ley estarán sujetos a una multa civil de hasta u$s 5.000 por cada infracción.
En las últimas semanas, Airbnb presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York debido a una nueva ley que la empresa considera una “prohibición de facto” de los alquileres temporarios, poniendo en peligro los ingresos anuales por u$s 85 millones que recibe la plataforma de alojamiento compartido.
Esta no es la primera vez que Airbnb se enfrenta a este tipo de batallas legales. En los últimos 16 años, los principales mercados, incluyendo Tokio, Miami y París, han regulado los alquileres a corto plazo, lo que derivó en una compleja espiral de leyes.
La ciudad de Florencia prohibió los alquileres temporarios en su casco histórico, ya que esa actividad provoca el vaciamiento de la población.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), existen más de 15.000 propiedades destinadas al alquiler temporario. Los propietarios prefieren utilizar este formato, ya sea publicando en plataformas como Booking o Airbnb, o a través de inmobiliarias y portales locales, ya que prefieren recibir el pago en dólares.
Fuente: Ámbito