Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 25 consideraron al inspector Gabriel Alejandro Isassi, al oficial mayor Juan José López y al oficial Fabián Andrés Nieva coautores del “homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad”.
Tres efectivos de la Policía de la Ciudad fueron condenados este martes a prisión perpetua como coautores del homicidio agravado, entre otras cosas, por “odio racial”, de Lucas González (17), y por las tentativas de asesinato de otros tres adolescentes, a quienes interceptaron y atacaron a tiros en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas cuando regresaban en un auto a sus casas tras haber salido de entrenar fútbol en el club local.
Las penas fueron dictadas por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 y recayeron en el inspector Gabriel Alejandro Isassi (42), el oficial mayor Juan José López (48) y el oficial Fabián Andrés Nieva (38) -todos miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad- quienes fueron declarados coautores de “homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad” y de las “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado” de los adolescentes Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (19) y Niven Huanca (19).
También a los tres los hallaron culpables de las privaciones ilegítimas de la libertad de los cuatro chicos y, en el caso de Isassi, también por el delito de falsedad ideológica.
En el mismo fallo, el TOC 25 condenó a otro policía, Sebastián Jorge Baidón, a 8 años de cárcel e inhabilitación perpetua por las “torturas” contra las cuatro jóvenes, mientras que otros cinco policías fueron penados con entre 3 y 6 años de encierro y otros tantos resultaron absueltos.
De acuerdo al fallo, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), el comisario Juan Romero (51) el comisario Rodolfo Ozán (54) y el comisario Fabián Du Santos (52) fueron condenados a seis años de prisión -e inhabilitados por 10 años- por “encubrimiento al haber ayudado a Isassi al alterar las pruebas de un delito agravado por considerarse un delito especialmente grave y por ser el autor un funcionario público, todo ello realizado en ejercicio de sus funciones, en calidad de coautor, en concurso ideal por privación ilegítima de la libertad por abusos de sus funciones en calidad de coautor”.
En tanto al principal Héctor Cuevas (51) lo condenaron a 4 años de prisión y diez de inhabilitación por los mismos hechos.
Finalmente, los magistrados absolvieron a otros cinco policías que llegaron detenidos a juicio: el comisario inspector Daniel Alberto Santana, el subcomisario Ramón Jesús Chocobar y los oficiales Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa, y dispuso sus inmediatas liberaciones desde la Unidad Penitenciaria 29, de Comodoro Py.
En uno de los puntos del resolutivo, los jueces ordenaron dejar asentado que tanto Lucas, como los tres chicos sobrevivientes y los padres de todos ellos fueron víctimas de violencia institucional.
Las condenas fueron aplaudidas en el interior del recinto por los familiares y amigos de Lucas y de los demás jóvenes, al tiempo que el abogado querellante Gregorio Dalbón, quien representó a las familias de los cuatro chicos, consideró que se trata de un veredicto “histórico”, ya que “nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo de violencia institucional con racismo, por odio racial” donde “los mataron porque eran negros, porque eran marrones”.
Fuente y foto: Télam