En un acto más que obvio, la Legislatura porteña nombró Ciudadana Ilustre a la cantante Amelita Baltar, la primera que cantó el himno de este Buenos Aires moderno: “Balada para un loco”.
Sí, era una obviedad. Pero había que hacerlo. ¿Por qué habrán esperado tanto…?
Amelita Baltar cantó por primera vez “Balada para un loco” en 1969, en medio de insultos, ante un Luna Park que se aferraba al farol y la papusa, mientras las minifaldas y los melenudos ya habían copado la ciudad.
Okey: con el cabello rubio y sus modales de princesa, quedaba claro que Amelita no era ni Tita Merello, ni Libertad Lamarque. ¡Y justamente por eso, porque representaba a los nuevos tiempos, porque fue la amiga y musa del gran Ástor, ese que quería revolucionar al tango, convertirlo en música moderna y clásica al mismo tiempo!
Y lo lograron. El talento de Piazzolla, la voz de Amelita y la pluma de Ferrer, convirtieron al tango en música urbana, mucho antes que existiera la música urbana. Y como tal, universal y local al mismo tiempo.
Por supuesto: el ambiente del tango les pagó con desprecio y ninguneo durante muchos años.
Pero el gordo Troilo, que algo sabía del asunto, le legó su bandoneón a Ástor. Estaba todo dicho, se acabó la polémica.
Debieron pasar casi 50 años para que la Legislatura declarara Ciudadana Ilustre a Amelita. Un título que ya se lo había dado el público hace muchísimo tiempo, a través de sus aplausos.
Gracias, Amelita, por tu arte. A los diputados no se les agradece: ¡tardaron mucho…!
Claudio Serrentino
Foto: DG Prensa Legislatura