El lobby de las cámaras inmobiliarias para anular la nueva ley de alquileres en la Ciudad, encontró eco en un juez “amigo”. La ambición desmedida de estos sectores da vergüenza ajena; también, el silencio del gobierno de Macri, que hace poco “usó” a los inquilinos para hacer campaña electoral.
No me pidan que sea objetivo. No es mi estilo. Y menos, en esta noticia, que me toca el corazón y el bolsillo simultáneamente.
Soy inquilino desde casi siempre. Y desde casi siempre, todos los santos meses puedo juntar la plata para pagar el alquiler. Lo cual, me impidió ahorrar para poder cumplir con el sueño de la casa propia.
Juro que hice el esfuerzo. Pero no llegué. Y ya es tarde.
Ni siquiera el Plan Pro.Cre.Ar se apiada de los inquilinos viejos: podés acceder al crédito estatal sólo hasta los 50. Después… arreglate como puedas.
Lo que estoy planteando no es sólo un problema personal, que lo es (no por propia voluntad, sino porque la capacidad económica se acota al tener la obligación mensual del alquiler); sino, y sobre todo, un drama social.
Drama que involucra a millones de personas, y que sin embargo, es invisible para casi todos: menos para quienes lo padecemos.
Sólo los inquilinos somos conscientes del desarraigo que implica mudarse cada dos/cuatro/seis años, el cambio de costumbres, de entorno, de vecinos… Y la plata. La plata que se gasta en mudanzas, instalar y desinstalar artefactos, pintar gratis casas ajenas sólo porque queremos vivir en un lugar lo más digno posible, el problema con los chicos y los colegios, que cambian de escuela y de amigos.
La tristeza de tener que volver a salir a buscar casa, de hacerse experto en detectar problemas de los techos, las cocinas, los baños.
Pero a los propietarios les preocupa otra cosa.
Y no hablo de esos propietarios que alguna vez lograron juntar los dólares suficientes para comprar una casa. No hablo de esos matrimonios y/o personas, cuyo único ahorro es la casa que ponen en alquiler. No. A ellos los respeto, porque siempre me han tratado con respeto. Y muchas veces, hasta cálidamente.
Hablo del poder que representan las cámaras inmobiliarias, que a su vez representan el interés de esos propietarios que tienen varias viviendas para alquilar (en casos, muchas; diez, o más). Y a los cuales, la ley de alquileres vigente les pide que paguen la comisión.
Esos señores, millonarios -porque si tienen varias propiedades, tienen varios millones “en ladrillos”- pretenden que todo el peso del servicio por alquilar SUS viviendas, los paguen sus clientes: los inquilinos.
¿Qué culpa tienen los inquilinos de que estos señores no quieran dedicarse a alquilar la propiedad por su cuenta? Es un servicio que deben pagar los propietarios por no tener ganas, o tiempo, o voluntad para dedicarse a atender SUS inversiones.
Y entonces, se dedicaron a hacer lobby, apoyado por los medios socios, como el diario “Clarín”, verdadero vocero de las cámaras inmobiliarias. No hay semana en que los clasificados incluyan una nota lobbista a favor de los intereses de estas cámaras.
Gracias al juez Esteban Centanaro -que además de impartir justicia tiene negocios inmobiliarios: es dueño de la inmobiliaria Cent S.A.– que integra la Cámara en lo Contencioso Administrativo, esa instancia judicial declaró la inconstitucionalidad de la ley de alquileres que la Legislatura sancionó en 2017 y que impulsó el jefe de gobierno Rodríguez Larreta. Y que establece que la comisión por alquileres, la paguen los propietarios.
Contentísimos con el fallo, los lobbistas celebraron el sábado pasado, publicando una nota -obviamente- en el diario de la trompetita: “si bien este fallo es motivo de alegría para la familia inmobiliaria, no debemos bajar los brazos. Aún quedan instancias para que la inconstitucionalidad de la Ley 5859 sea definitiva, y por eso los Profesionales Inmobiliarios debemos seguir más unidos que nunca”, declaró Armando Pepe, presidente de CUCICBA.
En ocasiones, escucho quejas de los propietarios, en las que afirman que la renta que le dejan los alquileres no es la adecuada, que debería ser del 1% mensual y están muy lejos de esos valores. Pues bien, si quieren rentas más altas, les sugiero que se dediquen a otro tipo de inversiones.
Claro, otras inversiones dan mas ganancias, pero también se corren mas riesgos.
Como inquilino digo que por el contrario, los alquileres están muy caros. Imposibles de pagar. Debemos hacer grandes esfuerzos para cumplir.
Invirtieron en viviendas, no en Lebacs. Háganse cargo de sus decisiones, páguenle la comisión a las inmobiliarias… y dejen de hacerse los llorones.
El presidente Macri había prometido una nueva ley de alquileres en medio de la tormenta del dólar, en Octubre del año pasado. Tanto él como el jefe de gobierno Rodríguez Larreta, se mantuvieron en silencio ante este fallo judicial.
Claudio Serrentino