Candidatos a jefe de gobierno: pocas propuestas y alguna chicana

El debate entre los candidatos a Jefe de Gobierno mostró, una vez más, lo que el electorado ya sabe: cada uno aferrado a su discurso.

En ese aspecto, todos se mostraron sólidos: Jorge Macri y la básica estrategia de exaltar a su primo Mauricio y a Horacio, antecesores en el cargo. Leandro Santoro se dedicó a marcar las contradicciones de la ciudad injusta, con datos. Ramiro Marra apuntó sus cañones al kirchnerismo. Y Vanina Biasi destacó cómo los trabajadores son los expulsados del paraíso de la ciudad opulenta.

Con limitaciones, según lo acordado entre los partidos y el Instituto de Gestión Electoral, ningún candidato podía salirse del esquema predefinido. Así y todo, no pudieron evitarse vítores y aplausos de los asesores y allegados que estaban detrás de cámaras, luego de la intervención de algún disertante.

En el semblante de cada uno, se notaban las expectativas: Jorge Macri imperturbable, con algunas pifias al hablar, a las que no les dio importancia. ¿Porque se sabe ganador? Leandro Santoro, sereno y convencido de sí mismo, creyendo en que puede ser la sorpresa de la elección. Ramiro Marra exaltado, enojado casi hasta la intolerancia, buscando parecerse a su jefe Milei. Vanina Biasi, sabiéndose convidada de piedra, no dejó pasar la oportunidad de defender sus ideas, con firmeza y tranquilidad.

Si se esperaba que en este debate, los candidatos expusieran sus propuestas para solucionar los problemas más urgentes de los ciudadanos, quedará para otra ocasión: la falta de vivienda, que se está convirtiendo en una difícil problemática social, apenas fue rozada por Santoro, cuando habló de los negociados inmobiliarios (cuestión importante por supuesto, causante en parte del mal, pero no lo suficientemente profundizada), y por  Biasi, cuando hizo referencia al drama de los inquilinos. A los otros dos candidatos no les preocupó el tema, ya que no hicieron propuestas. Jorge Macri se puso del lado de los propietarios. Y Marra sugirió el improbable “que vuelvan los créditos hipotecarios”.

El candidato Macri volvió a declarar que no le gusta el Código Urbanístico aprobado por impulso de la gestión de Rodríguez Larreta en 2018 (¿ coincide con lo denunciado por Santoro acerca de los “negociados inmobiliarios”?). Dijo Macri: “en diálogo con los vecinos, y por mi experiencia, he notado que esto ha alterado la fisonomía de muchos barrios, como Devoto o Villa del Parque. En barrios que eran residenciales, aparecen construcciones y alteran el perfil del barrio, pierden privacidad, pierden tranquilidad”.

Leandro Santoro dijo que lo que se discute en esta elección, es “si queremos una Ciudad para los negociados, o una Ciudad para las personas”. Hizo referencia al negociado con la venta del edificio del Ministerio de Educación, que fue vendido “a un valor mucho menor que el del mercado. Lo vendieron en pesos, y al tipo de cambio oficial. Se lo vendieron a IRSA, una empresa muy vinculada con este gobierno”.

El representante de La Libertad Avanza apeló a frases rimbonbantes para seducir al público: que los piqueteros son delincuentes, que en las comisarías será el candidato más votado, que las bicisendas molestan, y se quejó de las fotomultas.

La candidata del Frente de Izquierda y los Trabajadores remarcó “que a la ciudad no la gobiernan quienes votan, sino los empresarios para quienes trabajan esos políticos”, afirmó que el oficialismo de la Ciudad y el peronismo “cogobiernan” y puso en su lugar a Marra, cuando éste se refería a una madre que le daba la teta a su bebé en un piquete: “y a vos qué carajo te importa”, le dijo.

Entre Macri y Santoro no hubo roces: al empezar el debate en el Canal de la Ciudad, al candidato de UxP le falló el micrófono. Mientras Marra chicaneó “ni esto pueden organizar”, Santoro le dijo a Macri: “yo no te voy a culpar”.

El cierre fue con apretones de manos entre los candidatos, y fotos todos juntos, para la prensa.

El debate completo puede verse aquí:

Claudio Serrentino

Foto: Télam

 

 

 

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