Cientos de fieles participaron en la mañana del domingo de una misa en la basílica de Nuestra Señora de la Piedad, ubicada en el barrio porteño de San Nicolás, en la que realizaron veneración de reliquias y una procesión con la imagen de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, quien fue convertida hoy en la primera santa argentina.
Con una ceremonia que incluyó música, cánticos y una procesión en la basílica de Nuestra Señora de la Piedad -donde descansan los restos de la religiosa- se realizó la misa de acción de gracias en la que se recordó el legado de Mama Antula con motivo de su canonización, en una misa encabezada hoy por el Papa Francisco en el Vaticano.
Así, la creadora de los ejercicios espirituales nacida en lo que entonces era la provincia de Tucumán en 1730, actualmente Santiago del Estero, y fallecida en Buenos Aires en 1799 se convirtió en la primera santa de la historia del país.
La eucaristía, que reunió a feligreses de distintas provincias e incluso del extranjero, fue presidida por el vicario general Gustavo Carrara, quien realizó un recorrido por la vida de la santa, de la que destacó su “gran pasión misionera” y su predica de los ejercicios espirituales de San Ignacio, cuyo fin es “buscar y hallar la voluntad de Dios”.
A su vez, remarcó la figura de Mama Antula “en medio de esta sociedad con un virus de individualismo radical”, y agregó que, en ella, se encuentra “un ejemplo de inspiración por los últimos, aquellos que la sociedad descarta y deshecha”.
“Santa Mama Antula, con esta opción tan clara y profunda por los últimos, nos permite asomarnos a los evangelios que nos permite la liturgia”, subrayó el vicario.
Luego, junto a unas chacareras cuya letra enfatizaba en la vida de la santa, se ofrecieron ofrendas de pan y vino, y se realizó la procesión con la imagen de la santa por el recinto junto a cientos de personas.
Las voces de los fieles
Asimismo, una larga fila de personas recorrió la nave derecha del templo para inclinarse frente a la tumba de la religiosa, tocar la estatua de mármol blanco que representa a Mama Antula y sacarse fotos con la imagen.
Entre los asistentes a la misa se encontraba la familia Grosso, quienes viajaron desde la ciudad santafesina de Santo Tomé hasta la basílica para pedir “por la salud de toda la familia, de unas amigas que no la están pasando bien y por intenciones de trabajo también”, contó a Télam Nazarena, maestra y mamá de dos hijos.
Sobre la figura de la santa, la mujer indicó que le representa “admiración” y agregó que le gustaría poder llevar un poco de lo que ella hizo a su gente: “Por eso muchas veces les inculco a mis alumnos que hay que rezar para estar mejor, más en estos tiempos de tanta violencia”, contó.
En el atrio del templo, los fieles fueron recibidos por un stand de la provincia de Santiago del Estero, donde la religiosa llevó adelante parte de su tarea pastoral durante el siglo XVIII antes de peregrinar por otras provincias como Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca y Córdoba.
Josefa Paz (74), pariente de Mama Antula y oriunda también de la provincia de Santiago del Estero, señaló que se acercó a la basílica esta madrugada para ver la transmisión en vivo de la canonización.
“El Papa estaba muy emocionado, todo estaba muy lindo, había mucha gente y acá también”, destacó la mujer.
Sobre la santa, sostuvo que “era una persona muy buena, que caminaba descalza, que andaba por todos lados”.
“Algunos la querían, otros no, porque decían que estaba loca. ¿Cómo va a andar tantos kilómetros descalza caminando?”, se preguntó y añadió que le pidió a la santa “por salud, que me cure mi corazón”.
En tanto, Patricia (60) del barrio porteño de Liniers, también relató que se acercó a la iglesia para ver la consagración en el Vaticano, mientras señalaba emocionada y con lágrimas en los ojos que la ceremonia le resultó “muy emotiva”.
“A Mama Antula la conocí hace un tiempo atrás que me puse a buscar toda su historia y le pedí por la salud de nuestra familia, de mi hijo de 22 y de mi esposo de 70, ya que es grande, y que nos ayude a llegar a compartir lo que más podamos con él”, concluyó.
Mama Antula ya había sido declarada beata en 2016, con una ceremonia en Santiago del Estero, luego de que se aprobara un milagro en la curación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, la hermana Rosa Vanina, quien habría recuperado la salud en 1904 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.
En 2010, el entonces pontífice Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de Mama Antula al considerarla “venerable” tras reconocer que “practicó las virtudes cristianas en grado heroico”.
Fuente: Télam
Foto: Leo Vaca