Padres que integran asociaciones cooperadoras denunciaron que escuelas de distintos barrios porteños vienen sufriendo una “ola de robos”, en que desconocidos sustraen las computadoras de los alumnos y otros objetos, sin que las medidas de prevención adoptadas por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hayan aportado soluciones a la problemática, que se profundizó desde el inicio del presente ciclo lectivo.
Un solo ejemplo de este tipo de situaciones se registró el último viernes en la Escuela Nro. 12 del Distrito Escolar 10 “Profesor Rodolfo Senet” en la avenida Crámer al 3200 del barrio de Nuñez. “Este es el tercer robo que sufrimos en menos de seis meses, apenas quedan unas pocas de las 190 entre tablets o notebooks que tenían los chicos para sus clases“, cuenta Lucía Sirani, presidenta de la Cooperadora, a Somos Télam.
Instalación de cámaras o sistemas de alarmas, colocar más rejas o reforzar cerramientos o los carritos con candados en las aulas en los que se guardan las computadoras nada ha resultado efectivo contra este tipo de acciones delictivas, muchas veces adjudicadas a “rateros”, más que a bandas de asaltantes que cuenten con cierta logística para dar estos “golpes” que tanto afectan a las comunidades educativas.
El “retiro” de los porteros/caseros de las escuelas, una medida que las sucesivas administraciones del PRO y sus aliados fueron aplicando en los últimos años, es señalado como el “punto de partida” de la creación de condiciones para que ocurran hurtos.
Las familias remarcan que los ladrones roban los dispositivos electrónicos entregados a los estudiantes de nivel primario, además de otros elementos didácticos, electrodomésticos, utensilios de cocina y hasta alimentos de los comedores.
Los reclamos de la comunidad educativa
A esa “desprotección” de los edificios fuera de los horarios de clases y fundamentalmente, durante los fines de semana, se apunta como la génesis de los robos, que quedan impunes en su gran mayoría. Desde el gobierno porteño, los pedidos de las familias, directivos y docentes para que “vuelvan las porteras” han sido desoídos.
Ese personal de maestranza, muchas veces convertidos en “custodios” de los alumnos, asistentes de los maestros y “personas de confianza” para los padres, fueron desafectados. Y ese es el “motivo” reportado como eje de la problemática de la inseguridad, su sola presencia era una especie de garantía de “presencias extrañas”.
“Nosotros teníamos portero en la escuela, con su vivienda y en agosto de 2016 lo sacaron. Esa casa ahora es un depósito para guardar cosas y desde entonces, sufrimos varios robos, pero nunca como ahora con tres en solo seis meses”, exclama Sirani, a modo de “enorme preocupación” de la comunidad educativa de esta escuela de Nuñez.
Otra disposición de las autoridades del gobierno de la CABA (implementada por Horacio Rodríguez Larreta con su siempre cuestionada ministra de Educación Soledad Acuña y continuada por Jorge Macri) que señalan como “germen” de los robos en las escuelas, es que los alumnos no pueden llevar las computadoras a sus domicilios.
“Desde que los niños fueron obligados a dejar sus notebooks del Plan Sarmiento en las aulas, cada vez son más los robos. En nuestro caso, ya quedan unas pocas en esos carritos que se colocaron para guardarlas, supuestamente en pos de la seguridad”, apunta la titular de la asociación cooperadora de la Escuela 12 del Distrito 10, edificio donde también funciona el Jardín de Infantes Nro. 9.
Si bien se reconoce la existencia de diálogo con las autoridades, tanto gubernamentales, como policiales, para ir aportando “soluciones puntuales”, la problemática en general se ha ido incrementando, al margen de no difundirse tanto.
La explicación de CABA
Voceros de la cartera educativa porteña admiten que, en promedio, se robaron un centenar de computadoras del Plan Sarmiento en estos dos meses de clases de este 2024, que luego, en muchos casos, se “ofrecen” en plataformas de ventas de redes sociales a valores que oscilan “entre los 60 y 80 mil pesos”.
Además de algún acto público en el que el jefe de Gobierno de la CABA, Jorge Macri, hizo entrega de la “reposición” de las notebooks sustraídas en una escuela del barrio de Palermo, el programa “Espacio Seguro” con carritos para guardarlas en las aulas no fue la solución esperada, al igual que otras medidas de prevención.
Ante la reiteración de los episodios delictivos, que no distinguen zonas geográficas o clases sociales ya que se registran en los establecimientos de gestión pública (también en los privados), desde el Ministerio de Seguridad porteño señalaron que “a los hechos que, en general, ocurrían en vacaciones, ahora se le sumaron los que suceden en plena época de clases”.
La “vulnerabilidad” de los edificios es otro de los temas de preocupación de las autoridades, ya que algunos datan de principios del siglo pasado y los construidos durante la intendencia del brigadier Osvaldo Cacciatore en la dictadura cívico-militar tienen una estructura que los hacen “permeables” a la intrusión con fines de robo.
Mientras se impulsa la colocación de “cerraduras antivandálicas” en los denominados “Espacios Seguros” para guardar las computadoras y otros dispositivos electrónicos (los elementos “más buscados” por los ladrones, argumentan), no se descarta un “refuerzo” en los sistemas de alarmas, sensores y cámaras ya existentes, a los efectos de hacer decrecer los índices de siniestralidad.
“Nos duele profundamente tener que explicar una vez más a nuestros niños y niñas que su escuela ha sido objeto de un robo. Nos duele tener que suspender clases debido a la falta de seguridad. Estos incidentes, junto con la falta de inversión en educación y la ausencia de personal de seguridad, nos llevan a pensar que estamos frente a un plan de destrucción y vaciamiento de la educación pública”, concluyen los integrantes de muchas de las cooperadoras.
Fuente: Somos Télam