Organizada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 9 de noviembre se realizó la 20° edición de La Noche de los Museos, la noche cultural más esperada del año. Fueron 7 horas en las que los museos, edificios emblemáticos y espacios culturales abrieron sus puertas en un horario no habitual, de manera gratuita con una programación especial para que vecinos y turistas conozcan y disfruten de las propuestas especiales. Hubo exhibiciones y actividades de 19 a 2 horas. Una noche en la que la ciudad se convirtió en un gran escenario de disfrute cultural, dentro y fuera de los espacios.
“La Noche de los Museos es la noche cultural porteña por excelencia. Buenos Aires es una ciudad llena de espacios culturales, pero descubrirlos todos juntos en una actividad común que duró hasta la madrugada, hace que lo cotidiano se convierta en algo compartido, en una marca de identidad porteña totalmente diferente a lo de todos los días. En esta noche todos disfrutaron de los espacios donde vibra la cultura, espacios públicos y también privados porque en la Ciudad la cultura es de todos. Las Noches que estamos generando, como la de los Teatros y la de los Bares Notables, tienen múltiples objetivos, pero hay uno por encima de todos: que los porteños, orgullosos del ADN que nos identifica, puedan disfrutar de esta maravilla que es la cultura en la Ciudad”, detalló la ministra de Cultura porteña, Gabriela Ricardes.
Más de 250 espacios porteños invitaron a sumergirse en propuestas culturales. Con actividades dentro y fuera de los espacios habituales, la Ciudad se convirtió en un escenario lleno de creatividad, donde se ofrecieron talleres, visitas guiadas, espectáculos y experiencias interactivas para todas las edades.
Los museos, sitios arqueológicos y patrimoniales y el casco histórico prepararon una edición especial por los 20 años del mayor encuentro cultural porteño. Desde Retiro y Montserrat, con la vista panorámica de la ciudad, o la histórica cisterna de los tiempos de la Independencia; hasta Palermo y Saavedra con un impactante mapping y un mágico gabinete de curiosidades para toda la familia, los distintos puntos porteños abrieron sus puertas abrazando a vecinos y turistas.
Hacia el sur, uno de los ejes centrales de la programación fue un paseo por la historia y sus protagonistas nacionales iniciando en Plaza de Mayo. A pocos metros, yendo al mítico San Telmo, el Museo de la Ciudad ofreció un viaje a la nostalgia y la diversión, con las atracciones del antiguo Parque de la Ciudad en pleno centro porteño en el marco de la exposición “Parque de la Ciudad: una vuelta por su historia”.
A sólo unas cuadras, La Cisterna, el más importante descubrimiento arqueológico urbano del siglo, recibió al público con la actuación de alumnos de la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola, del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad. Y en La Boca, el Museo del Cine presentó una función extraordinaria de Invasión —dirigida por Hugo Santiago y escrita por el propio director junto a Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares— con música en vivo de Haras Düsseldorf.
En tanto, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires hubo un recorrido accesible, “exploraciones” por las exposiciones con un kit de herramientas, un taller de creación artística diseñado por Carrie Bencardino y espacios de collage y de creatividad para todas las edades. Además, el público pudo participar de las actividades de la 3ª Feria del Libro de Humanidades y Ciencias Sociales (FLHU), que se desarrolla durante este fin de semana en el Moderno.
En la Usina del Arte, se pudo disfrutar de la obra interactiva Escultura participativa, una experiencia que permitió a los visitantes intervenir un busto escultórico de gran formato. Se intervino la fachada de Usina del Arte de la mano de Al ver verás, que mediante un mapping y música en vivo, brindó un espectáculo audiovisual impactante. Además, contó con la Experiencia Cremusina by Crema, un show inmersivo de luces UV, performances en vivo de Mauro Crema, y un concierto de la banda 107 Faunos. Por su parte, en el Colón Fábrica se exhibió una muestra de escenografías, utilería y vestuario de ópera y ballet, con piezas de obras como Nabucco, La Boheme, y Madame Butterfly, además de artefactos de efectos especiales y maquetas originales del Teatro Colón de los años 60, 70 y 80.
La reciente reapertura de la Torre Monumental invitó, una vez más, a ascender para disfrutar de la deslumbrante noche porteña con música electrónica por el DJ Influenza. En la planta baja se realizó un taller de estampa de remeras para niños, por orden de llegada, y se inauguró la muestra “¿A dónde vamos, Buenos Aires? Una invitación fotográfica”, del maestro fotógrafo Sameer Makarius. Las infancias, un clásico que otorga color en cada edición de La Noche de los Museos, tuvieron invitaciones especiales también en el Museo Saavedra y el MIJU.
En el Centro Cultural Recoleta, el público pudo recorrer las exposiciones y disfrutar de programación musical especial con distintas agrupaciones, con un gran cierre a cargo de DJ HTML en la terraza.
La apertura se realizó en Palermo con un concierto de lujo en el Planetario, que dio inicio a la Noche de los Museos 2024. La Banda Sinfónica de la Ciudad interpretó composiciones seleccionadas de Puccini y música de películas. En ese mismo barrio porteño se pudo disfrutar de la joya arquitectónica del Museo Sívori que, en plenas tareas puesta en valor, salió a compartir puestas multimedias en la fachada, talleres con la Estación Gráfica Fina Estampa y música electrónica por el DJ Villa Diamante.
A unas cuadras, el Museo de Arte Popular permitió conocer los secretos de la platería criolla, mientras el músico Julio Sleiman acompañaba con el sitar la instalación “Nirvana” del artista Sergio Blanco.
En el Museo Gardel se sumó la propuesta con un homenaje a Carlos Gardel y Aníbal Troilo en un cierre con el Dúo Asato-Pais, que interpretó los clásicos del 2×4 con el mismo fuelle del bandoneón que Pichuco utilizó en memorables actuaciones.
Los transportes se sumaron a esta gran noche para que el público pueda trasladarse por toda la Ciudad. Vecinos y turistas pudieron acercarse en subtes (todas las líneas y el premetro desde las 18 hasta las 23 h) y colectivos, de manera gratuita entre las 18 y las 3 h, mostrando el “pase libre” que se descargaba de BOTI.