Creación de la Compañía de Tierras del Oeste
El 25 de junio de 1908, se realizó una reunión donde se constituyó la S. A., Compañía de Tierras del Oeste que le adquirió a Luis Rodríguez una fracción de tierras. Los estatutos aprobados definitivamente (1910) le permitían a la Compañía comprar, vender tierras, comprar hornos de ladrillos, levantar iglesias y colegios, establecer usinas de gas, aguas corrientes y de electricidad. Gestionar la construcción o concesión de vías férreas y estaciones de carga. Trazar y fundar pueblos, etc. De acuerdo al convenio resuelto, al constituirse la Compañía de Tierras ésta debía vender al F, C.O. la superficie que necesitaba para ensanchar los Talleres de Liniers, las desviaciones del Arroyo Maldonado y el Boulevard Gaona para las vías que iban a cruzar el ramal proyectado y así ubicar la estación (Estación Versalles) en el lugar más conveniente. Fue un contrato de compra- venta recíproco. En el año 1910, el F.C. Oeste firmó un convenio con la Municipalidad que le permitió correr el cauce del Arroyo Maldonado más al norte para poder ampliar los Talleres de Liniers que iban creciendo vertiginosamente. Observando los planos antes y después del corrimiento se puede observar una curva pronunciada en la Av. Juan B. Justo, por donde debajo discurre entubado el Arroyo.
El 20 de enero de 1911, un decreto autorizaba la construcción y explotación de un ramal de 2.583 metros entre el kilómetro 9,500, (Villa Luro) y los terrenos de la Compañía de Tierras del Oeste. Se decidió el lugar de la Estación. El 5 de julio se aprueba el proyecto de su construcción, los planos de la Estación y el puente sobre el Arroyo Maldonado. El 16 de diciembre se autoriza librar al servicio definitivo del ramal, aunque previamente el Trencito iba y venía estrenado vías. Se comunicaba que iba a tener 30 servicios diarios.
Nominación de la Estación
Expediente 1609 letra F- Ministerio de Obras Públicas – Dirección General de Ferrocarriles, 27 de enero de 1912.
A.S.E. el Señor Ministro de Obras Públicas. D. Ezequiel Ramos Mexia
“La empresa del Ferrocarril Oeste solicita se designe el nombre que va a llevar la estación terminal que arrancando del km. 9/500 de su vía principal se dirija a terrenos de la Compañía de Tierras del Oeste. Esta Dirección General debe informar a V.E. que dicha estación está ubicada en el pueblo allí formado llamado “Versailles” y que no existe ninguna estación con ese nombre. Dios guarde a V.E. firmado A. Giovacchini
Buenos Aires, Marzo 14 de 1912 Visto este expediente, el Ministro de Obras Públicas Resuelve:
La estación terminal del ramal a Tierras del Oeste del ferrocarril de Buenos Aires, se denominará “Versailles”. Firmado Ramos Mexia. Publíquese y vuelva a la dirección general de ferrocarriles
La electrificación y los apeaderos
Muchos no recuerdan que el Trencito empezó siendo a vapor y directo a Once en 25 minutos. El Ferrocarril Oeste publicaba, (1912) que la vía estaba a 19, 05 mts. de altura sobre el mar. Jefe de Estación, Sr. R. Segovia –
La tarifa entre Once y vice-versa: 1ª. 0, 55, en 2ª, 0,35- IDA Y VUELTA, 1 a. $ 0,80 – 2.a $ 0,55 – Recreo 1ª. $ 0.60- 2.a. $ 0,40 ABONO 1.a- $ 14,00 y 2.a- $7.00- Distancia kilométrica a Once 12 kms – Entre 1911 y 1912 se habían despachado 4112 pasajeros y recibido 3969.( El servicio de encomienda comenzó en 1929).
La electrificación
En 1914 se comienza a realizar la electrificación de la línea troncal desde Once a Moreno en virtud de la Ley N° 7846. Las tareas se ven dificultadas por la falta de insumos ocasionados por comienzo de la Primera Guerra Mundial. En los Talleres Ferroviarios- Sector Villa Luro se construyeron galpones para la reparación de los vagones y convertirlos en eléctricos y un galpón para la escuela de capacitación de los nuevos conductores. Se edificó la usina y cuatro sub-usinas para la provisión de la energía eléctrica en todo el tendido. Fue muy valioso el aporte técnico realizado en los Talleres porque subsanaron inconvenientes técnicos y logísticos.
En 1922, una año antes, se electrificó el ramal del Trencito donde los maquinistas aprendieron a ser motorman. La electrificación se inauguró el 30 de abril de 1923, los actos se realizaron en los Talleres sector Villa Luro con la presencia del Presidente de la República Marcelo Torcuato de Alvear. Fue un acto histórico. Al día siguiente, se libró el servicio al público. A partir de ese momento, los pasajeros de Versalles debían hacer el trasbordo en Villa Luro, subir y bajar las escaleras del puente, para tomar el tren troncal.
En el año 1924 una resolución autoriza la construcción y habilitación de un apeadero en el Km. 11,100, (hoy supermercado). Al año siguiente el apeadero, Km. 10.510 (hoy Polideportivo Vélez).
El Trencito circuló felizmente por muchos años. En 1951, bajaron de categoría a la Estación y el 4 de octubre de 1952 hizo su último viaje sin retorno. Se puede imaginar la tristeza que trajo esa decisión. Alguna noticia había circulado, entonces una comisión de vecinos fueron a ver al Ministro de Transporte y le respondieron…vayan tranquilo que eso no va a ocurrir…y sucedió y no hubo marcha atrás. Se habilitó al colectivo 119 para que llevara los vecinos hasta Villa Luro, no fue lo mismo… Y en el año 1964 la piqueta tiró abajo la bella Estación Versalles, se dijo para unir al Barrio de uno y otro lado de la Estación…un verdadero patrimonio barrial, hoy ausente…
El Trencito como cariñosamente se lo conoció y se lo llamaba, fue el alma del Barrio. El encargado de traer y llevar a los primeros vecinos que se aquerenciaron en la zona. Esos dos vagones en horarios pico y uno en horarios más tranquilos, eran el punto de encuentro donde los vecinos se enteraban los hechos sucedidos en el Barrio: los nacimientos, los casamientos, los nuevos loteos, las novedades, los fallecimientos, todo se comentaba en el Trencito. Cómo olvidarlo, que tristeza, no se pudo superar. Muchos de estos sentimientos de los vecinos quedaron atrapados en el documental que hicimos junto al Director Juan Carlos Domínguez “EL TRENCITO DE VERSAILLES” que estrenamos en el Ateneo (2007) y lo exhibimos con mucho éxito en diferentes lugares. También en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, que lo declaró de Interés Cultural y Barrial.
Susana Boragno
Foto: archivo Susana Boragno