Hace unos años, con motivo del estreno de la película “De regreso a la Baticueva”, La Bocina publicó esta nota, en su edición Nº 196, de Agosto 2004. Vaya como homenaje a la memoria del gran Adam West.
Un extraño llamado a la agencia interrumpió el análisis de una noticia: un tal Eduardo, de voz grave y asegurando que “el teléfono de ustedes me los dieron en La Bocina” tenía pensado algo para hacernos trabajar:
– No sé si les interesa, pero tengo mucho material sobre Batman… (hace una pausa para comprobar si no hay desaprobación), porque no sé si saben que Cinecanal va a estrenar una nueva película con los protagonistas de la serie de los ‘60.
Al principio, pensé que era un chiste. Y así quedó. Días más tarde, cuando por casualidad me crucé en la panadería con un tipo que llevaba una remera negra con una batiseñal, y La Bocina bajo el brazo, me tenté y le dije socarronamente:
– Con remera de Batman cuando está de moda El Hombre Araña…
– ¡Vade retro! Yo soy de la DC a morir aunque no esté de moda. No transo con arácnidos truchos de la Marvel…
Y ahí nomás conocí al mismísimo Eduardo, el que había hecho el llamado, quien aseguró que con otro amigo eran los dos fanáticos más fanáticos de Batman en todo Floresta y alrededores.
Sin querer, me enganché. Después de todo, a mí también me fascinaba Batman, la serie, las historietas, la batisoga, el batarang y todos aquellos recuerdos que me llevaron por un ratito a la infancia.
Concordamos una cita y a la hora señalada estaban los dos enfermitos -señores grandes- con revistas, cds, posters, máscaras y todo lo que ustedes imaginan puedan tener dos fanáticos.
Luego de las presentaciones de rigor, les confieso que a mí también me gustaba el personaje, y sobre todo, la serie.
– Sí, la serie fue lo mejor de Batman, ¿te acordás del capítulo de Falsafaz? -le pregunta uno al otro-.
Y el otro empieza a bajar una data impresionante: que en los títulos no pusieron el nombre del actor -como se acostumbraba a anunciar: “villano invitado..”.- y que en su lugar aparecía un gigantesco signo de pregunta, y bla… bla… bla…
Los tipos se sabían todo, y lo peor era que querían que los grabe, y les saque fotos con las caretas. El bar “Asgard” (que ahora está sobre Dolores) estaba lleno de gente y los tipos, cuarentones, adelante de todos, se pusieron sendas máscaras de Batman.
A mí me daba vergüenza por ellos, como también me da vergüenza confesar que me peleo con mi hijo por jugar a los jueguitos. Los tipos parecían adolescentes viejos, o peor: chicos viejos, especies de Peter Pan que, mientras su cuerpo envejecía, su mente seguía en los 9 años… Como tales, se preguntan y me preguntan:
– ¿Viste la película de Adam West y Burt Ward?
– ¿Cuál, la del tiburón? -repregunto, recordando con nostalgia el día en que mi mamá me llevó al Gran Rivadavia a ver la película de la serie, circa 1966.
– Nooo, la nueva, filmaron una película homenaje, donde Adam West (Batman en la serie) y el chanchito de Burt Ward (Robin), tienen que recuperar el batimóvil, la dió Cinecanal la semana pasada, y otra tanda de bla, bla, bla…
Maldije mi costumbre de hablar con desconocidos, maldije el maldito momento en que confesé que me gustaba Batman, maldije a Robin también, y a Gatúbela.
Mientras yo sigo maldiciendo, ustedes pueden leer algo de lo que estos dos me dijeron sobre el personaje, la serie, la película nueva y la batimadre que los remil batiparió. La próxima vez que me cruce con alguien que lleve una remera algún personaje de comic, ¡me coso la boca!
– El murciélago es un bicho asqueroso si los hay.
– ¡Es una rata con alas!
– Al mismo tiempo, Bruno Díaz/Bruce Wayne siempre se la da de gran galán.
– Tipo lindo, fachero, con plata, ganador, que deviene en una especie de monstruo humano de noche, que se tiene que disfrazar para hacer justicia. La ficción insinúa desde tiempos inmemoriales que en este mundo, para hacer justicia, tenés que ser otro.
– La mitología del comic nos dice que los padres de Bruce Wayne son asesinados por ladrones en la calle, el pequeño Bruce lo ve y lo deja marcado para toda la vida. Decide combatir ese crimen que la policía normal no pudo impedir, convirtiéndose en un super policía. Y adopta la imagen del murciélago para aterrar a los malvados, es un personaje muy oscuro.
– ¿Y quién es Batman?
– Para nosotros, cuarentaañeros, “el” Batman es Adam West, el Batman televisivo. No hubo otro, ni lo habrá.
– Qué curioso: a la serie la despojan de toda la oscuridad que tenía el personaje. Al Batman de Adam West lo convierten en casi un pelele, un ingenuo, acompañado de un pibe que es casi tan imbécil como él. Y transforman eso, que era oscuro y terrible, en una diversión.
– Tanto es así, que en la serie nunca se menciona el origen de Batman.
– Lo curioso, es que cuando la vimos de pibes, pensamos que iba en serio. Y cuando la vimos de grandes, entendimos que era en joda. Y nos divertíamos todos.
– Y así todos comprábamos, supongo que esa era la idea del estudio, al hacer el programa.
– A esa serie homenajea la película que vimos el otro día en estreno por Cinecanal, “De regreso a la baticueva”, las desventuras de Adam y Burt. Ya no Batman y Robin, los personajes, sino las personas: Adam viejito y Burt gordote, una especie de Upa petiso.
– Usan la excusa del robo del batimóvil para contarnos la historia y los entretelones de la serie. Los fanáticos, que venimos leyendo y oyendo historias, vimos en la película anécdotas conocidas, como por ejemplo la del miembro viril de Robin que resaltaba mucho en la malla y los católicos protestaron para que no se note tanto, o las noches de juerga de Adam.
– Aparecen todos los héroes y villanos que están vivos: además de Adam y Burt, están Frank Gorkshin (el Acertijo), Julie Newmar (Gatúbela) y Lee Meriwether (Gatúbela en la película. Una mención especial merece Julie Newmar: una hembra que provocó mis primeras erecciones infantiles…
– Gracias a la película nos enteramos que a Burt Ward le habían ofrecido el papel que Dustin Hoffman hizo en “El graduado”, pero no pudo aceptar porque el estudio no lo dejó hacer.
– Pobre, hubiera hecho otra carrera…
– Los que hacen “de” están muy bien elegidos.
– A mí me impresionó la actitud paternalista de Adam West hacia Burt Ward, y tuvo que ser así, porque sino el gordo no hubiera dejado que se cuente de esa manera.
– Aparecen César Romero (el Guasón), Vincent Price (el Cascarón) y Burgess Meredith (el Pingüino), ya fallecidos, y tanto Adam como Burt los trataban con devoción, porque ellos eran artistas consagrados que se prestaban para la serie.
– Me encantó lo de Vincent Price: cuando el director dice “corten”, Vincent grita: ¡guerra de huevos! y todo el estudio empieza a arrojarse huevazos, unos contra otros.
– Han hecho recreaciones de las anécdotas de la serie, actuadas con un muy buen casting.
– Tuvieron que pasar más de 20 años para que la Warner se animara a retomar el personaje (en buena parte por la identificación entre Adam West y Batman), de la mano de Tim Burton, con Michael Keaton.
Agencia Grafir
Foto: Batmania