Los cortes en los barrios son criminales. Habría que meter presos a los responsables políticos y materiales.
Anoche – volviendo de la asamblea organizada contra los cortes de luz y la construcción indiscriminada en el Cid Campeador – pasamos por una cuadra oscura y corroboramos el peor panorama. Otra vez, vecinos sin luz. Un corte, la policía con cuatro patrulleros, gritos, una cuadrilla “secuestrada”. Había explotado una cámara esquinera – recientemente “reparada” – y más de una manzana se quedó a oscuras otra vez. Y los vecinos ya comprendieron que el mecanismo es retener a los obreros, para forzar que la empresa mande lo que falta, u ordene reparar lo que está roto.
Bueno, nos quedamos. CUATRO HORAS después – siempre sosteniendo el corte y reteniendo a la cuadrilla- llegó el parche. Un cable para zafar (cable que ni siquiera tenía encima la cuadrilla).
Trabajaron iluminados por las luces de una camioneta escolar y con una luz de emergencia de un vecino.
Cuatro horas después, los trabajadores se fueron, aplaudidos por unos 50 vecinos que aún sostenían la presión en la esquina. Ningún medio, ningún funcionario, y una respuesta exitosa – pero temporal – sólo muchas horas después.
Es difícil explicarle a un funcionario que vive vaya a saber dónde, pero que no tiene este problema, que a la noche duerme tranquilo, esa sensación de impotencia por llegar a tu casa una vez más y volver a tener que penetrar la oscuridad.
Ya sabés, porque enseguida identificas el semáforo de tu fase – apagado. Las calles se vuelven notoriamente negrísimas, parece casi el vacío, la nada. Y entonces.. vuelta a tirar la comida de la heladera (si es la cuarta vez ya NO tenes comida en la heladera) desenchufar todo, ya sabés que en un rato – los que vivimos del primer piso para arriba – te quedas sin agua también. Ni hablar de los medicamentos de los viejos, o la salud de los bebés.
Otra vez salis a cortar, sabiendo que al otro día, sin bañarte como corresponde probablemente, a laburar temprano. Las responsabilidades no se cortan con el suministro eléctrico.
Lo que hay que explicarle al gobierno nacional autista, a los empresarios – corruptos canallas caraduras – es que ya no se aguanta más. No es justo. Hay que explicarle lo que los vecinos ya entendieron: es inconcebible seguir prolongando la ridícula situación en la que – hace 20 años! – los servicios públicos son administrados por privados que solo buscan lucrar. El gobierno DEScontrola. Solo subsidia para mantenerles la ganancia, eso sí, siempre. Pero el control, te lo debo.
Organicemos reclamos conjuntos, coordinemos los cortes y las manifestaciones.
Pero también sepamos que no hay manera de evitar la discusión de fondo. Hay que cuestionar el paradigma energético, de consumo, cambio climático, desinversión y privatizadas. Hay que cuestionar el sistema capitalista que beneficia a unos pocos y deteriora el nivel de vida de la inmensa mayoría.
Hay que exigir:
En la Legislatura: Sesión especial y Emergencia Eléctrica – para frenar el daño inmediato.
Basta de parches! Solución estructural a las reparaciones.
Fuera Edesur y Edenor! Estatización YA con control estricto y riguroso de trabajadores y usuarios.
Por María Marta Lopes – Juntista Comuna 10 (MST)
Foto: María Marta Lopes
