En la última asamblea del Consejo Consultivo de la Comuna 10, los vecinos decidieron pedirle a la Junta Comunal que convoque a una audiencia pública por el tema de la “zona calma” de Villa Real. Manifestación frente a la Iglesia Transparente.
Esta semana fue muy intensa en el barrio de Villa Real (y todavía no terminó, mientras escribo estas líneas, el Jefe de Gobierno se presentaba en Floresta y hacia allí iban los vecinos).
La instalación de la “zona calma”, decidida por el gobierno porteño de manera unilateral, sin consultar a los vecinos, generó un debate en el barrio que se da no sólo en la vereda; también, en las redes sociales.
El Gobierno de la Ciudad -que monitorea a los vecinos y a los medios barriales- había convocado a una reunión, con autoridades de la Secretaría de Transporte, para el Miércoles 26 en el ECEA. Convocaron a los vecinos por teléfono.
También por teléfono, suspendieron el evento. Probablemente se hayan enterado (¿lo sabían al momento de la invitación?) que el mismo día, y a la misma hora, se iba a realizar la Asamblea del Consejo Consultivo de la Comuna 10, en la que iba a tratarse este espinoso tema.
Los vecinos, que desean ser escuchados y no pueden (quedó demostrado el 30 de Junio, cuando funcionarios de Transporte se retiraron a poco de comenzada la reunión), decidieron autoconvocarse. Invitaron a los medios nacionales para manifestar ante las cámaras su oposición al proyecto oficial.
Se juntaron en la Iglesia Transparente y luego marcharon hacia el Club “Villa Luro”, de Bermúdez al 500, donde se realizaba la Asamblea del Consejo Consultivo.
Lo primero que comentaron es que se hicieron presentes en la sede comunal de Bacacay 3968, y el Presidente D’ippolito no quiso incluir en el orden del día el tratamiento de la “zona calma”, lo cual generó roces entre los vecinos y el titular de la Junta.
Resumieron su problemática, y la Asamblea resolvió que se eleve una “recomendación” a la Junta Comunal: que ésta convoque a una audiencia pública. Según los asesores letrados del Consejo Consultivo, la Constitución y la ley facultan a ese órgano de gobierno a que lo haga, sin necesidad de autorización por parte del gobierno central.
Con la realización de la audiencia pública se terminarían las discusiones sobre si sí o no a la “zona calma”.
Los vecinos que están por el no, juntaron más de 1.000 firmas “que en la Comuna las tiraron en un cajón”, dijeron. Los que quieren la “zona calma”, no llegarían a 30, según se puede ver en la página de Facebook abierta recientemente.
La audiencia pública sería la forma democrática de resolver este entuerto. Si la Junta Comunal toma la decisión política de hacerlo, mandaría una señal a los vecinos de que éstos son escuchados cuando tienen problemas.
Y se despegaría definitivamente de este conflicto que le es ajeno, ya que fue generado por funcionarios del gobierno central que desconocen las características del barrio y -por lo que demostraron el 30 de Junio pasado- poco y nada les importa qué piensan los vecinos donde van a realizar la obra.
Claudio Serrentino
Foto: Facebook No a la zona calma en Villa Real