Cualquier tema siempre será más importante que el drama que mes a mes viven los inquilinos. Los gobernantes o bien lo ignoran, o lo usan para hacer demagogia: nunca se ocupan de encontrar soluciones de fondo.
La Federación Nacional de Inquilinos realizó una encuesta en todo el país entre aquellos que alquilan.
Más de 19.000 inquilinos dibujaron un triste mapa de la resignación, desde Jujuy hasta la Quiaca, pasando por la ociosa Buenos Aires.
Un número altísimo de ellos –el 87%- no cree que alguna vez pueda ser propietario. La razón es simple: no tienen capacidad de ahorro, no juntarán nunca el dinero inicial para acceder al crédito.
¿Por qué…? Ellos mismos lo explican: el 87% de los inquilinos tiene como principal preocupación el precio del alquiler y en promedio, destinan un 41% de sus salarios en los pagos mensuales (sin contar expensas, tarifas e impuestos inmobiliarios).
También descreen de las promesas de los gobernantes, y de las leyes que éstos impulsan y aprueban.
Si bien en la Ciudad de Buenos Aires se aprobó la ley 5.859, que fija máximos a la comisión inmobiliaria y delega el pago de ésta en el propietario, casi ningún inquilino (el 97%) cree que se realice un control efectivo sobre las inmobiliarias, que se traduce en incumplimientos de la ley y en la evasión impositiva generalizada del mercado inmobiliario.
Los inquilinos de Buenos Aires, además, son víctimas de una gran contradicción: se calculan en 600.000 las viviendas “ociosas” (compradas para invertir, pero que no se usan), mientras una cantidad similar de personas alquilan, y tienen muy pocas chances de soñar con tener la casa propia.
Ante esta preocupante realidad, ¿qué hacen la Legislatura y el Ejecutivo? Miran para otro lado, modifican el Código de Planeamiento Urbano (con lo cual le facilitan las cosas a los constructores), para que el mercado inmobiliario siga planificando viviendas “premium”, imposibles de alcanzar para la gran mayoría.
Puerto Madero es un ejemplo de ello: el barrio se mantiene lindo porque no vive casi nadie allí: se calcula que 7 de cada 10 viviendas están desocupadas.
Marcha de Moyano, aborto, cobro de atención hospitalaria a pacientes extranjeros… Cualquier tema tapará a un drama acuciante que afecta a miles de personas, quienes mes a mes ven limitada su capacidad de progreso: los inquilinos.
Claudio Serrentino