La semana empieza con una mala, muy mala noticia. Un link de internet asegura que murió querido humorista y vecino Tuqui.
Lo despiden por Twitter sus antiguos compañeros de elenco. Dice Mario Pergolini: “Tuqui, me enseñaste todo lo que no debería haber aprendido”. Juan Di Natale con define como “profesor de lo incorrecto”.
Por You Tube, una grabación de 2017 lo muestra al humorista charlando con Roberto Laje. Tuqui contando su enfermedad y pidiendo trabajo.
Revolviendo viejas revistas, encuentro aquel reportaje hecho por La Bocina en 2003. Ya entonces, el querido vecino refunfuñaba porque no tenía empleo.
También nos regalaba definiciones acerca del humor, la política, los medios y sus dueños.
Vale la pena reeditarlo, para recordar a aquel personaje fundamental del barrio de Floresta.
Todavía en nuestras cabezas aquella nota de Lucho Bordegaray en su periódico “De par en par”, cuando después de publicar el reportaje a Tuqui, un lector lo llamó para quejarse y preguntar “quién era ese Tuqui”. En el escrito, Lucho se quejaba amargamente porque su trabajo no era reconocido. Y Tuqui tampoco.
Para los de más de 50 que clavaron la sintonía en AM, Tuqui será uno más de los contadores de chistes del difunto “Café Fashion”.
Para los vecinos del barrio de Floresta, en la zona que abarca Avellaneda, Gaona, Emilio Lamarca y Segurola, Tuqui también es el vecino, todo un personaje del barrio.
Para los oyentes de la Rock & Pop, Tuqui es todo eso y mucho más, ha sido la esencia misma de la radio, guionando, conduciendo, produciendo y hasta durmiendo en el piso del estudio, mientras Daniel Grinbank conducía su programa.
¿Es pesado llevar el karma de ser humorista por la calle, en la vida cotidiana?
En esta época, muy ocasionalmente, no tengo ganas de que me hablen. Pero he tenido compañeros en la Rock & Pop que estaban desesperados por la fama, y cuando fueron famosos salían por la otra puerta para que la gente no los moleste. A mí, eso me parece mal. Pero bueno, yo también tengo problemas económicos, debo dos meses de alquiler, y salís a la calle y empezás a escuchar: “¡che, contate un chiste!”. Y le pregunto: ¿vos que hacés?, y , soy cadete. Y bueno, hacete un trámite, le digo. Pero esos son berrinches, me gusta hablar con la gente, si no, me dedicaría a otra cosa. Me gusta que la gente se ría, y no que me puteen… pensar que mi vieja quería que yo fuera presidente. La otra vez, me preguntaban: ¿y cuál sería tu primera medida?. Renunciar. Porque para llegar al poder, tenés que dejar la moral de lado. O te matan, o no pasás de concejal, aunque para ser concejal tenés que ser bastante ladrón, también.
Porque acá, estamos gobernados por asesinos, ladrones o incompetentes, ya sean estos militares, peronistas o radicales, respectivamente. Y con todos estos años de democracia estamos peor, en un país que tiene dos vacas por persona… ¿Ustedes van a votar? ¿Se van a levantar un domingo para cambiar un sorete por otro?
Así es Tuqui. Directo, sencillo y conciso. Varias veces lo ví en el kiosco de Joaquín V. González y Aranguren, charlando con el kiosquero. Una vez, entró al kiosco una señora para darle un beso. Tuqui, que no la conocía, le preguntó: ¿qué, me quiere levantar? La mujer se rió y le dijo: no, te reconocí de la televisión y sólo quería darte un beso. Tuqui no salía de su asombro.
…Me da mucha vergüenza salir a pedir trabajo porque siempre me llamaron, tuve la suerte de que alguien necesitara a algún tarado que hiciera algo y ahí estaba yo, y si no sabía hacerlo decía que sí, y trataba de aprenderlo sobre la marcha. ¿Cómo empecé en radio? Una vez fui a visitar a un amigo en Radio Belgrano, que hacía un programa de juegos. Ahí empecé. Me hacían preguntas de cinco renglones y respondía con monosílabos para que pareciera gracioso, pero estaba muy nervioso.
¿Cómo llegás a la Rock & Pop?
Trabajaba en “Satiricón”, donde era compañero de Eduardo de la Puente y Bobby Flores. Yo hacía la trasnoche de Splendid y todo el mundo me hablaba de Radio Bangkok y yo nunca la había escuchado; una mañana me levanté para ver qué era y como estaba Bobby Flores, lo pasé a saludar. Y así llegué a Rock & Pop, Lalo Mir fue el primero que me hizo salir al aire en esa radio, me hizo hacer de presidiario, y como se divirtió mucho, me hacían hablar.
Cuando Pergolini se fue de vacaciones (yo, a él no lo soportaba… hasta que lo conocí; y ahí me dí cuenta por qué no lo soportaba… no, en serio, no tengo nada contra él) lo iba a visitar a De la Puente. Cuando volvió Mario, yo pasé por ahí y me dijo: ¿vos quién sos, Frank Zappa? Y yo le pregunté: ¿y vos quién sos, Leonardo Simmons? Porque en aquella época, Simmons -que en paz descanse- representaba todo lo que uno no quería ser, porque uno se hacía el rebelde. Después, pasa el tiempo y le decís ¡ídolo! a Soldán porque te das cuenta que vas camino a ser como él…
En uno de tus hitos radiofónicos, una vez transmitiste desde el baño.
Sí, es que en esa época bebía mucho, y necesitás ir al baño continuamente. El productor me protestaba: ¡pero cómo, cada vez que tenemos que salir al aire te vas! Y le dije: dame el teléfono que te hago una salida desde el baño. Y hablaba con los oyentes y me decían: no puede ser que seas tan asqueroso… y yo los cortaba y les decía pará (y hace una serie de ruidos escatológicos). Un poco lo dibujaba, y un poco era verdad. Además, en el baño se escucha todo, y la oyente insistía con que era asqueroso, y yo le decía: todo el mundo caga, hasta el Papa, pero el Papa caga blanco y entonces no es pecado… Yo podría ser Papa: soy viejo, hablo pavadas, estoy torcido para un costado…
A Tuqui lo invitamos a la radio y vino “de onda”. Tomamos una Pepsi antes de entrar al estudio y contó que estuvo en Radio Futura, una extinta FM de Floresta, y que no pudo seguir con el programa porque le pedían que vendiera publicidad. Una vergüenza. En lugar de tratar de pagarle aunque sea los viáticos (después de todo, la radio iba a ser reconocida porque está Tuqui, y no a la inversa) le pedían que consiga plata. Insólito. Igualmente, dice que le encantan las radios barriales porque “tenés una libertad y una frescura que no encontrás en las radios grandes”.
¿Cuándo fue la última vez que estuviste en Rock & Pop?
El 20 de diciembre de 2001, yo trabajaba para la “negra” Vernacci, y ella me pagaba el sueldo porque cuando la radio cambió de dueño, mis servicios ya no eran requeridos, porque en la época de las corporaciones y los multimedios, se valora más la obediencia que el talento. Y yo no soy un tipo obediente. Si algo me cae mal, lo digo. El 20 de diciembre estuve en la Plaza de Mayo, me comí los gases, salí por televisión corriendo, y la Rock & Pop se solidarizó pasando “Anarquía en el Reino Unido”. Llamo, digo que estuve ahí y que me dejen salir al aire, y me dijeron que no. Les respondí que se vayan a la puta que los parió. Y no fui más. Si me preguntás si tengo problemas con alguno, te digo que no, mi problema es con el poder administrativo, ese engendro que no tiene una cara, porque yo a los mexicanos no los conozco, y por lo que me cuentan tampoco los quiero conocer. Me cuentan cosas buenas, cosas malas… las buenas, nunca las pude confirmar.
Nota y foto: Archivo La Bocina