El Gobierno de la Ciudad vuelve a multar a aquellos vehículos que estén mal estacionados en sendas peatonales, ochavas, rampas para discapacitados y otros lugares prohibidos.
Desde que la pandemia llegó a la Ciudad, disminuyó notablemente la cantidad de personas que utilizan el transporte público: en subte, viaja el 6% de lo habitual; en tren, el 18%; colectivos, 36% menos que antes de la cuarentena.
Cuando comenzó el aislamiento, el gobierno porteño alentó el uso de bicicletas y automóviles, para evitar aglomeraciones y, por ende, contagios. El uso de vehículos particulares es del 62% de los que lo usaban antes de la pandemia.
Esta semana, luego del regreso de las actividades comerciales, profesionales, industriales y deportivas, el Gobierno de la Ciudad decidió volver a castigar con multas a los que estacionan mal.
Aunque el estacionamiento libre sigue vigente, algunos se aprovechan y lo dejan en las ochavas, obstruyendo así las rampas para sillas de ruedas, y en otros sitios donde está prohibido.
Hasta ayer, los agentes de tránsito realizaron una “campaña de concientización”, pegando stickers en los autos mal estacionados, avisando de futuras multas si continúan con esa actitud.
A partir de hoy, empezaron a labrarse infracciones a los que estén mal estacionados.
La multa por estacionar en lugares prohibidos es de $ 2.140.- Si el vehículo en infracción obstruye lugares reservados para emergencias, paradas de colectivos, entradas de garajes, ciclovías y carriles exclusivos, el infractor deberá pagar $ 4.280.- Y si está impidiendo el paso en una rampa para discapacitados o en área peatonal, lo multarán con $ 6.420.-
Claudio Serrentino
Foto: Prensa GCABA