El primer debate entre los candidatos a presidente fue visto por millones de personas, pero casi no dejó novedades.
¿Cómo salir de la actual crisis económica? ¿Qué propuestas presentaron para mejorar la educación? ¿Cómo fomentarán el respeto a los derechos humanos, si llegan al gobierno?
Estas, y otras preguntas que se hacen los ciudadanos, no encontraron respuesta en el correcto debate entre los candidatos a presidente, realizado en Santiago del Estero.
Quedaron, sí, algunas impresiones sobre el desempeño de los candidatos: Sergio Massa fue el centro de los ataques por la actual situación, pero supo salir airoso, e incluso, mostrar un camino hacia el futuro. Lo cual es casi un milagro, para un gobierno que llega a su final con más de 100% de inflación anual. Se lo vió sereno y seguro.
Juan Schiaretti hizo valer su condición de “único candidato que no es del AMBA” y reivindicó los derechos de las provincias. Aunque de tanto hacer hincapié en los aciertos de Córdoba, se volvió repetitivo. Dijo que porteños y bonaerenses pagan mucho menos en transporte y servicios, que los provincianos, pero no explicó su propuesta: ¿bajar el precio a los provincianos, o subirle a los del AMBA?
Javier Milei se lució más cuando no leyó, con sus gestos mientras los otros candidatos hablaban, y en el bloque de economía. Puso en aprietos a Patricia Bullrich preguntándole sobre las leliqs, y reconoció que hay varios niveles de “casta” (¿como la diabetes?) “Sí, Barrionuevo es casta, pero ustedes son más casta”. Patinó en educación y derechos humanos: reivindicó a su candidata a vicepresidenta al decir “no fueron 30.000” los desaparecidos. Omitió mencionar los vouchers para la educación, y la prometida dolarización.
Patricia Bullrich tuvo problemas para mostrar un discurso fluido, natural. Sobreactuó su posición de “firmeza”, con lo cual, en lugar de reafirmar el concepto, lo puso en duda. Su mejor momento fue cuando retrucó la idea de Milei de dinamitar el Banco Central: “sólo tres países en el mundo lo hicieron, que son casi desconocidos, y son paraísos fiscales”. Quedó descolocada cuando Massa y Milei le preguntaron sobre economía.
Myriam Bregman se ubicó como la outsider del debate: fue la única que mencionó las luchas de los diferentes sectores de la sociedad. No anduvo bien en las preguntas a otros candidatos, pero tiró la frase de la noche cuando dijo: “Milei no es un león, es un gatito mimoso del poder económico”.
Sólo una vez se mencionó al actual presidente Alberto Fernández, varias veces a Mauricio Macri (por la deuda externa que contrajo), alguna vez a Domingo Cavallo, y ninguna a la vicepresidenta Cristina.
Los candidatos de la oposición apelaron al episodio Insaurralde para rematar sus exposiciones, pero sin ir mucho más allá. Tampoco se mencionaron los episodios de la fiesta de Olivos, o el vacunatorio vip.
El próximo domingo 8 de Octubre, a las 21, en la Facultad de Derecho de la UBA, se realizará el segundo debate.
Claudio Serrentino