
Una vecina y amiga, Liliana, pasó por casa y me contó que se había vendido la casa del escultor y reconocido vecino Amado Armas, de Gana al 800. Por suerte la compró una señora que es Historiadora del Arte llamada Nora, quien va a dejar una replica de la Estatua La Madre en el frente de la casa. También me contó Liliana que, como están reparando la vivienda, habían sacado unos moldes de las esculturas y estatuas de yeso a la calle por si algún vecino las quería. Y así fue, un botellero las encontró y salió a venderlas. Acompañé a Liliana para que retire las últimas 3, una era el molde del Padre Julio Meinvielle.
Esta situación me dejó muy conmovida. Disfruté mucho de su amistad, de sus llamados, de sus proyectos. Me contaba de su infancia, de los tiempos difíciles que había pasado.
Amado nació el 1° de mayo de 1917, desde muy chico vivió en Basualdo 150, Villa Luro. Su papá era carpintero ebanista y trabajaba para la empresa constructora de Pepe Amalfitani, el recordado “hacedor” de Vélez Sarsfield.
Quedó huérfano de padre y madre cuando tenía 10 años; era el mayor de cinco hermanas, a la más chiquita la amamantó una vecina. Dice Amado: “en ese momento comprendí lo que significa la solidaridad. Fui pupilo del Colegio Don Bosco hasta los 18 años. Mis hermanas fueron repartidas en varios lugares”.
En el Colegio empezó a estudiar dibujo, tallado de madera y modelado en arcilla. Su vocación había comenzado observando el trabajo de su papá, quien tenía el taller en casa. Sus primeros trabajos fueron de dibujante ilustrador en la revistas Leoplán, Maribel, Chabela, todas de la Editorial Sopena. Entre los años 1935/6 dibujó la publicidad de Adot, fábrica de calzado y lonas. Fue dibujante colaborador de Laboratorios Bagó (free-lance) y de varias empresas editoriales: Don Bosco, Joaquín Gil, Schapiro, Montesó , Centurión y Laserre.
Toda su obra estaba basada en sus excelentes dibujos. Antiguamente, estaba acreditado que una buena pintura estaba sustentada con un buen dibujo de base. Hoy muchos empiezan a pintar directamente. Me obsequió su libro titulado “Método de Dibujo simple y completo para niños, jóvenes y adultos de cualquier edad”, editado en cuadernillos, con los aportes de los Laboratorios Bagó.
En una oportunidad, cuando frecuentaba el Círculo Estímulo de Bellas Artes, y formaba parte de la Asociación de Dibujantes, vino a la Argentina el conocido Walt Disney (1941) y los invitó a ver la recordada película “Fantasia”, que se iba estrenar iba próximamente. Disney le comentó que le llamaba la atención la unión que había entre los dibujantes argentinos, y que le gustaría llevarse un recuerdo de todos, y así sucedió. Cada uno le hizo un dibujo, y armaron una carpeta de cuero con todos los trabajos: “recuerdo que yo hice una caricatura de Disney; lo dibujé con un poncho, levantando un mate y decía ‘Salud Argentina’, y se lo enviamos a su país… Con el tiempo saqué a todas mis hermanas de los colegios donde estaban, y nos fuimos a vivir a Flores en la casa de mis tíos y primos…esperé que se casaran todas, y entonces me casé yo. Llegué a vivir a Versalles, porque un amigo me invitó a un remate que hacía Guerrico – Williams. Compró 4 lotes y le pregunté que iba hacer… uno es para vos. Le dije que no estaba en condiciones de aceptarlo. Lo vas a pagar, me respondió, y así fue. Pagué el terreno en cuotas. Hicimos los planos con mi novia, teníamos una ilusión fenomenal. Me casé y nacieron mis tres hijos”.
Luego comenzó con las esculturas. Su primera obra fue de madera de algarrobo: una botella de Fernet para Bagó, de la que hizo 5.000 ejemplares. Continuó con un busto del descubridor de la penicilina que tanto benefició a la comunidad: Alexander Fleming.
Paralelamente, en su vida cotidiana se dedicaba a plantar tilos, “para embellecer y perfumar al Barrio” y decía “a modo de sugerencia, por qué no plantarlos en cada espacio vacío, en tantas veredas…en plazas y paseos? … estos hermosos ejemplares otorgarán más relevancia a esta zona privilegiada -Piénselo- Divúlguelo-Decídalo”.
En muchas oportunidades, el mismo ayudaba a plantarlos. El árbol de mi casa fue un obsequio suyo, y también me ofreció otros para mis vecinos. Era muy feliz cuando los veía florecidos y perfumados. Cuando no conseguía que se los mandara la Municipalidad en forma gratuita, Amado los compraba y los obsequiaba.
La Revista “Así” del 20/4/1968 titulaba: “El cine resucita a Ceferino Namuncurá”. Se iba a realizar una producción millonaria, filmada en pantalla ancha y tecnicolor. La música estaría a cargo de Waldo de los Ríos, y su madre Marta encarnaría a Rosario Burgos, la mamá de Ceferino. Se filmaría en los escenarios naturales donde se había desarrollado la historia (Río Negro y Neuquén) y se titularía “Ceferino”. El guión le había sido confiado a Armas, que en su momento manifestó: “mi colaboración es espontánea, porque estoy solidarizado con la causa”. Contaba con un abundante archivo. Obra en mi poder una revista donde se cuenta la historia de Ceferino con sus dibujos. En el año 1971, el Instituto de Cinematografía y el Ente de Calificaciones aprobó el libreto original y el guión de Armas. Creo que la película no se concretó. También publicó un libro de poesías titulado “Intimas” , hojas sueltas que lo tengo dedicado. Cada poema esta finamente ilustrado por el autor sobre una cartulina, y presentados en carpeta del mismo material. Una finura.
ESCULTURAS, BUSTOS Y MURALES
Sus obras lucen en numerosos sitios del país. La estatua del Padre Elizalde, bronce de 3,50 se encuentra en la Plazoleta sobre la Avenida Gaona, Ciudadela. El Gallito de Morón, en bronce, ubicado en la Plaza San Martín, en Morón, Pcia de Bs.As. Busto de Ceferino de cemento, en la capilla de Chimpay. Rio Negro (nacimiento de Ceferino). Reproducción en yeso y cemento en Fortín Mercedes, Prov. Bs.As. y en la Institución Salesiana, Laprida 1245, CABA. Otro busto en bronce, en el Colegio Mercedes Pacheco, Anchorena 1565, CABA.
El Sr. Armas decía: “soy casi un salesiano”. Había hecho sus estudios en el Colegio Pío IX, después continuó en San Carlos Artes, institución fundada y dirigida por los padres salesianos, en el barrio de Almagro. Realizó importantes obras para su colegio, siempre en forma gratuita: un busto de bronce de “Don Bosco”, reproducciones en yeso y cemento para las localidades de Tandil, La Pampa, Mar del Plata y Pirán.
Esculpió una estatua de bronce de “Don Bosco” de 2,30 metros; y como complemento, un mural de 2×1 metros, titulado “Visión Patagónica de Don Bosco”.
Para el patio del colegio, realizó un mural de cerámica de 8,80 x 7,20 mts., y les pidió a los chicos de Versalles que posaran. Un Mural de 5×2 metros, colocado en la Legislatura de Río Gallegos. Realizó un Sagrado Corazón, bajorrelieve en cemento blanco de 2, 50 mts., ubicado en la Iglesia Los Acantilados de Mar del Plata.
Obras en el Barrio de Versalles:
– Monumento Ceferino Namuncurá: emplazado donde estuvo la Estación Versalles, Barragán, Arregui,y Porcel de Peralta. El artista modeló en yeso, un original del “Venerable Lirio de las Pampas” de 2,40 mts. de altura, realizado especialmente y cedido gratuitamente a la Municipalidad. Su esposa inició paso a paso la tramitación, comenzó con el Intendente, Gral. Iricibar, y luego con su sucesor Sr. Montero Ruiz, quien aceptó el ofrecimiento. La Municipalidad se hizo cargo de fundir la obra en bronce. En julio de 1971 comenzaron los trabajos de emplazamiento donde los vecinos aportaron los materiales, mano de obra y apoyo moral. Fue inaugurada el domingo 29 de agosto del mismo año. Al otro día, el diario “La Nación”, en forma destacada, daba cuenta de tan importante inauguración. Me obsequió todas las fotos de la concreción e instalación de Ceferino.
– La Estatua de La Madre: inaugurada el 21 de octubre de 1979 en las calles Lascano y Gana a las 8,30 hs. Escultura alegórica, simboliza la madre, tallada en piedra. Fue descubierta por el Intendente Cacciatore y el presidente honorario de la junta vecinal. La bendijo el vicario episcopal de Villa Devoto, Monseñor Lorenzo. Mientras Armas vivió, todos los días de la madre se realizaba un acto con la presencia de los vecinos.
– Busto del Padre Julio Meinvielle: se encuentra en el interior del Ateneo Popular de Versalles, Roma 950, que fundó el Padre en 1938. Armas participó en la realización de la sepultura del Padre Julio, que estuvo en el atrio de la Iglesia Nuestra Señora de la Salud, Marcos Sastre y Bruselas.
– Vía Crucis del interior de la Iglesia Nuestra Señora de la Salud. En varias oportunidades restauró la imagen de la Virgen.
– Busto de San Martín. Dos escuelas del barrio lo comparten, una en el patio de las Escuelas Estados Unidos y John Kennedy, y su réplica, en la escuela Guillermo E. Hudson.
A solicitud del Rotary Club de Villa Devoto, realizó la estatuilla fundida en bronce “Antonio Devoto”, que se otorga a personalidades destacadas en el Barrio. El busto del fundador del Rotary Paul Harris, de 0.60 mt. como complemento de la estatua de 2,20 mts., para fundir en bronce (1995). En yeso, un busto de Evita de 0,60 mts. Una de sus últimas obras fue la Virgen de la Paz, colocada en la Fundación “Felices los Niños” en Hurligham, y otra en el Calafate. Un busto del Padre Pío. Armas es autor del Emblema Barrial de Almagro y del Emblema del Barrio de Versalles, ganados por concursos organizados por la Municipalidad.
ACTIVIDADES SOLIDARIAS Y DISTINCIONES
Armas fundó y presidió “La Casa de Cultura de Versalles”. Contagió con su entusiasmo a los miembros que le acompañaron, para realizar una importante actividad cultural. Fue inaugurada el 11 de mayo de 1985, aniversario del fallecimiento de Ceferino.
Por su intensa y solidaria actividad fue premiado con la Distinción Honorifica como “Vecino Solidario” por la Municipalidad de Bs. As. (1991). El 30 de diciembre de 1997, fue distinguido como “Vecino Ejemplar” por la actividad desarrollada en la comunidad.. El acto se realizó en la Casa de la Cultura, Av. de Mayo 575. Distinción entregada por el jefe de Gobierno De la Rúa. En esa ocasión Armas dijo: “quiero compartir con quienes mucho quiero, con cuantos me ayudaron a ayudar, pues nadie hace nada solo”. Conviene recordar que siempre se solidarizó con los hermanos mapuches. Enviaba a las Misiones Indígenas Salesianas de Pampa Malleo, Junín, Pcia. de Neuquén, cada 15 días, un camión con ropa, alimentos, libros, remedios, etc, pagando de su bolsillo el costoso traslado.

En sus 82 años vividos pudo realizar una intensa vida familiar, junto a su amada esposa Chichí, sus 3 hijos y nietos. Muchas veces su casa fue refugio de quienes necesitaban afecto, ayuda, comprensión. Su cabeza estaba llena de proyectos e impulsaba a quienes lo rodeaban, acompañarlo en su sólida y ferviente vocación de servicio. Cuando escribía parecía que dibujaba las letras con una pluma fina y artística. Guardo con esmero sus esquelas y el retrato que me hizo. Los últimos tiempos trabajaba mucho y se alimentaba poco. Ya no estaba su Chichí. Le dijo a una periodista de La Nación: “trabajo más tranquilo durante la noche, me acuesto tarde… algo más de la una, y me levanto a las 6 para seguir trabajando en otras cosas. Vivo acelerando, queriendo hacer…Tengo una estrella que me acompaña, por eso puedo aún seguir”.
Y así se fue apagando su intensa vida. Empecé a extrañar sus habituales llamados: “Susana, terminé una estatua… puede venir a sacarme la foto…? Venga que tengo una visita que a usted le puede interesar escuchar”. Tocaba el timbre y me traía documentos, “le pueden venir bien para su archivo”. Ya muy enfermo, su familia me contó que escuchó los festejos de fin de año, y dijo: llegué al 2000.
Nos dejó a sus 82 años, el 13 de enero del 2000. Hace ya 25 años que partió. Físicamente no está entre nosotros, pero sí sus obras, que nos engalanan cuando circulamos por el Versalles, Barrio que él tanto amaba. Siento felicidad poder evocarlo nuevamente, es necesario hacerlo para no olvidar su solidaridad, su hombría de bien. Vivimos en un mundo tan acelerado, que no nos detenemos a pensar en quienes nos precedieron y nos dejaron sus ejemplos, sus obras, como el distinguido y solidario Amado Armas.
Pienso ¿Que habrá sentido, desde donde está, en esa constelación de estrellas que tanto lo cobijó en la tierra, cuando observó sus moldes, sus figuras, en la puerta de su casa, viendo que se las llevaban? Seguro se habrá puesto contento, porque ahora estaban en sus vecinos que tanto apreciaba, y en una buena custodia. Por mi parte, quedé embriagada de nostalgia recordando los lindos momentos vividos con su amistad. ¡¡¡Saludos, mi querido amigo y vecino Amado Armas!!!
Susana Boragno