Con imágenes y testimonios inéditos, exploramos el lugar donde Quino forjó su creatividad. Junto a él descubrimos su trabajo, sus afectos y los espacios significativos de su vida. Luego de convertirse en una celebridad mundial, regresó viudo y casi ciego para despedirse de la luz de su infancia.
“No sé, no lo sé…”, dice Quino ante una de las preguntas que le hacen frente a cámara: “¿Cómo le gustaría ser recordado?”. En ese pequeño gesto, Joaquín Salvador Lavado Tejón dibuja mucho de lo que hizo eterno a Quino: un sentido prodigioso de la síntesis de lo inesperado (que define a Mafalda y, principalmente, a su magistral obra fuera de ella), una humildad que contrasta con el peso de sus palabras y líneas, y un hermetismo sincero que niega su propia y enorme leyenda.
“Quinografía” habla con Quino, recorre sus caminos (los ilustrados, los mundanos, los insospechados) y genera una celebración lejana al bronce donde, cariño mediante, Quino se convierte en el más humano de todos nosotros. Juan Manuel Domínguez.