El balneario de la Costanera Sur

La avenida Costanera Sur, el balneario y el espigón Plus Ultra se construyeron durante la primera presidencia de Hipólito Irigoyen y la intendencia de Joaquín Llambias, entre 1916 y 1919.

El paisajismo fue obra del ingeniero Benito Carrasco, quien decoró el espacio con acacias y tipas, maceteros y farolas importados de Francia.

Muchos de quienes frecuentaban el balneario recuerdan que había vestuarios con duchas, que dejabas la ropa en una percha y te daban una chapita numerada para retirarla y que había docenas de vendedores ambulantes, como los de sandía y artistas de todo tipo.

También que, durante muchos años, hombres y mujeres no podían estar juntos. Como decían las reglas del balneario: “En todo momento debe respetarse la divisoria de aguas con sector masculino (al sur) y femenino (al norte) y el horario de 6 a 11 y de 14 a 19”.

Y por supuesto, llegó la decadencia: en la década de 1970, Costanera Sur se convirtió en la destinataria de toneladas de escombros, generando un significativo deterioro ambiental. El gobierno local planeaba ganar terreno al río para construir el Centro Administrativo de la Ciudad.

El proyecto se abandonó en 1984, pero las consecuencias las tenemos que aguantar hasta el día de hoy. Con el tiempo, la naturaleza comenzó a recuperar el área: entre las aguas contaminadas y los restos de cemento y ladrillos, la vegetación silvestre logró abrirse paso..

En 1986, gracias a diversas organizaciones ambientalistas se creó finalmente la Reserva Ecológica. Entre la contaminación y los escombros, el balneario desapareció. El espigón quedó casi olvidado.

Buenos Aires Perdida

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