No lo puedo creer. Entro a internet y me desayuno de la noticia fatal: ¡se murió el Negro García López! Para los que vivimos en este lado de la Ciudad, del país, del mundo, el Negro era una referencia cotidiana y profunda, la calidad ahí nomás…
Las necrológicas de los medios recordarán que tocó en La Torre, con Miguel Mateos y en la mejor época de Charly.
Más allá de este breve “racconto”, el Negro fue una gran figura musical del país todo, que tuvo la gran particularidad de dejarse ver entre nosotros -los vecinos de por acá- todo el tiempo. Me lo crucé mil veces en la avenida Jonte, en Segurola, porque era de acá. Bien de acá. Y a él le gustaba sentirse de acá.
Hace unos años, el Negro fue a tocar a México y gracias a su amigo Ricardo Fragoso, logramos que hable por la radio de la zona, Class FM. ¡El Negro llamó desde México! Para nosotros, un notón, tocar el cielo con las manos. Y él lo hacía tan naturalmente…
Después tuvimos otra primicia: cuando grabó en 2006 “Números rojos” en los estudios de Segurola y Alejandro Magariños Cervantes, en el que participó Charly García, el Negro volvió a tener la gran gentileza de compartir con nosotros “en primicia” esa producción en la que el gran Charly vino a grabar a Floresta Norte…
Un capo, el Negro.
Lamentablemente, después de toda la música que nos regaló, con sus riff característicos de guitarra eléctrica bien rockera y bien porteña, con su don de gentes y su hermosa y cercana vecindad, el Negro García López partió.
Los portales de noticias lo dicen claramente, dolorosamente: “el Negro García López falleció a consecuencia de un accidente de tránsito en el kilómetro 240 de la ruta 76. Regresaba de haber participado en el rodaje de un clip del grupo Almafuerte en Sierra de la Ventana”.
La noticia, fría, detalla: “junto a García López viajaban otras tres personas, Octavio Guzmán, de 21, Federico Alcorta, de 36 y Héctor Raggio, de 35. El primero, un camarógrafo, también murió por el impacto, mientras que los otros dos pasajeros permanecen internados en un Hospital de Bahía Blanca”.
Qué tristeza… Qué lindo era disfrutar de su música, y al rato cruzarse con el Negro en cualquier lugar del barrio. Su gran calidad artística, sus solos de guitarra característicos, son parte de la música argentina de todos los tiempos.
Mucho dolor, terrible momento, para la familia García López y para los que somos del barrio y lo admiramos y lo queremos y lo lloramos y lo extrañamos.
Gracias, Querido Negro, gracias por tu talento, tu humildad, tu simpatía, tu profesionalismo… Gracias. No sé qué más decir en este terrible momento…
Claudio Serrentino