En Marzo, el Consejo Consultivo de la Comuna 10 y la Legislatura, se ocuparon del futuro de El Corralón de Floresta. En Abril lo hará la Junta Comunal; cabe aclarar que el proyecto ya había sido decidido por los vecinos, 10 años atrás.
La pregunta del título surge luego de enterarme de la audiencia pública en la que vecinos y grupos culturales expusieran en la Legislatura porteña, sobre la cesión por 20 años de un espacio para el grupo de teatro comunitario “El Épico de Floresta”.
La reunión tuvo lugar el pasado 16 de Marzo. Obviamente, quienes actualmente ocupan el predio se manifestaron a favor; y los vecinos frentistas, en contra.
Como tengo mala memoria, debí recurrir a viejos ejemplares de La Bocina, y el archivo me hizo recordar que el destino de El Corralón, ya había sido discutido por los vecinos, y definido hace más de 10 años.
Este medio había entrevistado a los dos grupos en pugna por entonces: “Diálogo y Propuestas” y la Asamblea Barrial de Floresta.
“Diálogo y Propuestas”, encabezada por Susana Arapi, había logrado que el predio sea catalogado como Urbanización Parque en el año 2000 (o sea: sólo puede ser una plaza). Recién en 2005, con el gobierno de Ibarra -en retirada luego de la tragedia de Cromañón- se accedió a echar del lugar a la empresa de recolección de residuos que lo usaba como depósito.
En una reunión que este medio calificó como “histórica”, el 20 de Abril de 2005, vecinos y funcionarios se reunieron por primera vez dentro de El Corralón. Ese fue el inicio del debate en el cual los vecinos y las organizaciones vecinales plantearon sus necesidades y propuestas. Unos meses más tarde, el gobierno porteño difundió el boceto del proyecto, que quedó trunco cuando Jorge Telerman se hizo cargo del gobierno.
Pero la discusión se había dado. Con argumentos de un lado, y del otro. Y por lo que se ve en el boceto, el proyecto era integral, para todo el barrio, con lugares para chicos, adolescentes y abuelos (publicado en La Bocina de Septiembre de 2005).
Las buenas migas entre la Asamblea de Floresta y el gobierno de Ibarra, hicieron posible que el Corralón de Floresta se inaugurara como “espacio cultural” el 25 de Mayo de 2005. Ese día, “El Epico de Floresta” hacía su primera función allí.
La escuela secundaria pudo inaugurarse en 2008, y como suele suceder, al acto asistieron muchos funcionarios; pero hubo vecinos que lucharon para lograr que ese espacio se destine a la educación púlica, y no fueron invitados.
Tampoco pudo ser como habían pedido los vecinos en el presupuesto participativo: una nueva escuela para el barrio. Terminó siendo el traslado del colegio “Alberto Larroque”, que estaba en Mariano Acosta 140.
Los años pasaron, a Telerman lo sucedió Macri, y aquel proyecto fue igualmente ignorado no sólo por ambos Jefes de Gobierno. También, por algunos que habían participado en su elaboración.
En 2011, por iniciativa del legislador Juan Cabandié se declaró a El Corralón como “sitio histórico de la Ciudad”.
Desde 2008 para acá, fue el caos total: el gobierno porteño decidió quitar la seguridad del predio, lo que generó que sus ocupantes fueran víctimas de robos. También hubo intrusiones y subalquiler de espacios dentro de El Corralón, ya sea para colocar escombros o “instalar” una estación del Metrobus.
La Asamblea invitó a grupos culturales, para que realicen su arte allí. El problema es que algunos se sienten “dueños” del galpón o espacio qie ocupan, y que por supuesto, no les pertenece.
No hace falta aclarar que es muy bueno que tengan un lugar para hacer su arte, pero no deben confundirse: la única certeza, hoy, es que EL CORRALÓN ES UN ESPACIO PÚBLICO, O SEA DE TODOS.
Los ocupantes siguieron “adquiriendo derechos”, y decidieron que si el Estado no les daba seguridad, ellos debían procurarla. Y empezaron a poner candados en los galpones. Los vecinos cuentan que algunas veces se organizan fiestas privadas, que nada tienen que ver con el arte ni la diversidad cultural.
A principios de 2016, el Jefe de Gobierno Rodríguez Larreta barajó la posibilidad de trasladar al Corralón a los manteros de la avenida Avellaneda. Casualmente, luego que la intención del Jefe de Gobierno tomara estado público (a través de este medio), el nuevo Presidente de la Comuna 10 dijo que el 3 de Febrero “es un día histórico” porque “dimos el primer paso para la recuperación del Corralón de Floresta como espacio cultural”.
En Marzo, se discutió el tema en una reunión convocada por el Consejo Consultivo de la Comuna 10. Y también, la citada audiencia pública realizada en la Legislatura.
Vuelvo al principio: ¿cuántas veces se va a discutir el destino del Corralón? ¿No hay respeto por los que trabajaron entonces, los que aportaron su tiempo y su dedicación, para lograr un barrio mejor? ¿El Corralón es de todos, o sólo de los que lo ocupan? ¿Y el resto de los vecinos que quieran hacer actividades culturales allí?
Si “El Epico” logra su cometido… ¿qué chances tendrán de hacer teatro comunitario otros grupos que vayan surgiendo (convengamos que 20 años es mucho tiempo)? ¿Y los grupos musicales que tengan ganas de tocar allí? ¿Y si un vecino cualquiera pretende organizar un ciclo de poesía, o un cine debate, o una kermesse?
Son preguntas que no se responden con la aprobación de la cesión de un espacio a “El Épico” en “segunda lectura” por parte de la Legislatura, cuyos integrantes-¡mínimamente!- debieron haberse informado sobre estos antecedentes, antes de tomar cualquier determinación (¿no sabían que ese mismo cuerpo legislativo había votado que allí debía construirse una plaza?).
El futuro de El Corralón marcará la seriedad (o no) de la política, la calidad de la democracia y el respeto por el espacio público, que no sólo definen los legisladores con su voto, sino también -y sobre todo- los vecinos ciudadanos, con sus actitudes.
Claudio Serrentino
Imagen: Archivo La Bocina