JOSÉ LUIS CABEZAS. La justicia argentina se olvidó, la impunidad se volvió costumbre…

“No se olviden de Cabezas”. Esa era la consigna, así rezaban los afiches, durante aquellos tristes días en que gobernaba el menemismo, y la sociedad argentina reclamaba justicia.

La foto, con la frase "No se olviden de Cabezas", fue un ícono de los '90.
La foto, con la frase “No se olviden de Cabezas”, fue un ícono de los ’90.

El “delito” de José Luis habría sido fotografiar a Alfredo Yabrán, un señor que tenía muy buenas relaciones con el poder de turno. El hombre quería mantener su perfil bajo, para seguir haciendo negocios privados ayudado por los funcionarios públicos.

La foto de Yabrán lograda por Cabezas mientras paseaba por la playa, salió en la tapa de la revista “Noticias”.

Esa foto se volvió un estigma para el millonario empresario (que terminó suicidándose), y quizás, fue la condena de muerte para su autor.

La banda de los “horneros”, Pepita la pistolera, policías cómplices, todos fueron acusados y encarcelados; a su turno, todos volvieron a estar libres. Unos, por errores en el juicio. Otros, porque, pese a que se les comprobó su participación, fueron beneficiados por la ley del dos por uno.

El clamor por justicia de la sociedad argentina, sintetizado en la frase “No se olviden de Cabezas”, no alcanzó.

Si el Poder Judicial, ante una causa que caló tan hondo en la ciudadanía, no pudo resolver la causa en tiempo y forma… ¿Qué pueden esperar los familiares de otras víctimas, que cotidianamente caen a manos de la delincuencia, y que no lograron la trascendencia del asesinato de José Luis?

Duele comprobar cómo la impunidad, la injusticia, se ha vuelto una penosa costumbre. Cómo las víctimas están a merced de los victimarios, sin que ninguno de los tres poderes de la Nación tomen nota, siquiera, de lo trágico del asunto.

 

Duele comprobar cómo la impunidad, la injusticia, se ha vuelto una penosa costumbre. Cómo las víctimas están a merced de los victimarios, sin que ninguno de los tres poderes de la Nación tomen nota, siquiera, de lo trágico del asunto.

Al respecto, el Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) reclama al Poder Judicial interviniente “la inmediata detención de los criminales que hoy caminan en libertad pese a las sentencias en firme en su contra y que representan una verdadera afrenta a la búsqueda de justicia, un agravio a la memoria de José Luis Cabezas y a su familia, y un peligro para toda la sociedad argentina”.

Hoy, Gladys, la hermana de José Luis, dice que este nivel de injusticia le da “vergüenza ajena”. Qué otra cosa podría decir…

Claudio Serrentino

Foto: ARGRA