La Dirección de Estadísticas y Censos porteña informó que durante el último trimestre de 2016, más de un millón de personas padecen pobreza y/o penurias económicas en la Ciudad.
Aquellas personas que no lleguen a sumar $ 14.620 en el mes, son considerados pobres para las estadísticas. Esa cifra es lo que se necesita para subsistir en la Ciudad de Buenos Aires. Suman el 18,9% de la población, es decir: más de medio millón de personas.
A quienes puedan llegar a un poco más de esa cifra, pero no mucho, se los considera “pobres no vulnerables” o “clase media frágil”, y es el 11,3% de la población, es decir 346.000 porteños.
Y quienes no puedan juntar ni siquiera $ 7.260, están bajo la línea de indigencia. 150.000 habitantes de Buenos Aires viven en esas lamentables condiciones.
La situación de pobreza, siempre según el organismo estadístico, aumentó 0,6% en el último trimestre del año pasado. Durante el primer trimestre de 2016 el 17,6% de los porteños eran pobres; pero para el último trimestre del mismo año, esa cifra se elevó al 18,9%.
Las carencias que sufren un tercio de los porteños se resaltan con otra estadística, que subraya la desigualdad: la Ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos con mayor ingreso per cápita de la Argentina.
Estos parámetros se profundizaron, pese a la democratización de la Ciudad, ocurrida en los ’90 luego de la reforma de la Constitución Nacional: la opulencia y el buen vivir se pasean por el norte de la Ciudad; el sur y el oeste son los que “pagan” ese derroche.
La desigualdad no fue corregida por ninguno de los gobiernos elegidos directamente por los ciudadanos de Buenos Aires (el PRO cumplirá una década en el poder el próximo 10 de Diciembre).
Mientras muchos porteños padecen la falta de viviendas y deben habitar en condiciones indignas, en uno de los barrios más ricos -Puerto Madero- la mayoría de las casas están deshabitadas, porque fueron construidas “para inversores”.
Claudio Serrentino
