Historia repetida: atención en hospitales “sólo para porteños”

Como ocurriera en otras oportunidades -aunque con distintos protagonistas- la Ciudad de Buenos Aires vuelve a amenazar con priorizar la atención a los porteños en los centros de salud.

La noticia data de 2007, y parece calcada de lo que se escuchó por estos días: el jefe de Gobierno Mauricio Macri anunció que los hospitales porteños darían prioridad a los porteños, sobre los bonaerenses. El gobierno provincial de entonces, reclamó que “deje de enviar 5.000 toneladas de basura que contaminan y enferman a los habitantes de la provincia de Buenos Aires”. Es que los residuos que se generan en CABA, van a parar a los depósitos del Camino del Buen Ayre, en José León Suárez.

La polémica no pasó de eso -ocupar “pantalla” en los medios- y los bonaerenses se siguieron atendiendo en los hospitales porteños, y viceversa.

En 2024, hay aumentos imparables -e impagables- de las empresas de medicina prepaga. Ese motivo amerita reflotar el concepto. Entonces, el jefe de Gobierno Jorge Macri vuelve a la carga con la vieja idea. : ¿dónde van a “caer” los que no puedan seguir pagando la cuota de las prepagas? En los hospitales públicos. En CABA, decenas de miles de familias estaban afiliados a ese sistema privado de salud, que ahora, “gracias” a los aumentos, los priva, justamente, de brindarles el servicio.

Todo surgió por un video, en el que un médico del Hospital Argerich sostiene que “estamos colapsados”. La excusa perfecta para lanzar la vieja idea reciclada del primo Mauricio: “estamos diseñando un sistema de diagnóstico y atención para el porteño donde lo prioricemos. Me parece que es razonable”. Casi las mismas palabras había dicho el jefe de Gabinete porteño, Rodríguez Larreta, hace 17 años (ver link).

La respuesta oficial bonaerense de entonces habló de “xenofobia en la gestión”. El gobernador Kicillof eligió referirse a los números: “no tiene lógica, todos los días van a trabajar dos o tres millones de bonaerenses a la Ciudad. Con su trabajo aportan ingresos brutos. Si hacemos la cuenta, la mayoría de los impuestos son producto del trabajo de bonaerenses que van ahí”.

Y hay más: ¿cuánto consumen los bonaerenses en territorio porteño? ¿Cuántos taxis y remises toman? ¿Cuánto gastan en kioscos, rotiserías y restaurantes? ¿Cuánto en entradas del cine y teatro?

Plantear una división entre la Ciudad y el Conurbano es desconocer la historia argentina: Lo que hoy se conoce como CABA, fue integrante de la provincia de Buenos Aires, desde el nacimiento mismo de la Patria.

A finales del siglo XIX, hubo enfrentamientos armados entre argentinos -los libros de historia lo definen como “guerra civil”- que culminaron con la demarcación del territorio de la Capital Federal. Territorio que desde entonces dependía del Presidente de la Nación, hasta su posterior reconocimiento como Ciudad Autónoma, en la reforma constitucional de 1994.

Es bueno recordar la historia de nuestros desencuentros, para no volver a repetirlos.

Hacer razonamientos mezquinos, mirando lo que conviene e ignorando el resto, es impropio de estos tiempos.

El egoísmo, la mirada parcial, fomentar la división, es lo que nos colocó en este lugar oprobioso. Para salir, para crecer, Argentina necesita unidad, equilibrio, grandeza. Y diálogo, mucho diálogo.

Claudio Serrentino

 

 

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