
Durante la misa del Jueves Santo, la Iglesia Católica argentina dedicó el tradicional lavado de pies a jubilados, en señal de apoyo frente a la crisis social. El arzobispo García Cuerva estuvo en Villa Soldati, donde reclamó “jubilación justa y condiciones de vida dignas”.
En la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati, el arzobispo porteño Jorge García Cuerva encabezó la celebración principal, acompañado por miembros de la Familia Grande Hogar de Cristo.
En la homilía, reclamaron una jubilación que permita “descansar con dignidad tras una vida de trabajo”, y citaron a referentes eclesiásticos como los arzobispos Ángel Sixto Rossi y Marcelo Colombo, y al papa Francisco.
Más temprano, se había realizado la Misa Crismal en la Catedral, donde García Cuerva también reclamó unidad y sensibilidad política frente a los desafíos del país.