
El día que Bergoglio asumió como Papa, entre presidentes y embajadores se destacaba una persona vestida con ropa de trabajo: se trataba de Sergio Sánchez, cartonero y amigo del hasta entonces cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
Referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), viajó a Roma por expreso pedido de “quien siempre apoyó nuestra causa por un trabajo digno. Fue la única persona que encontramos a nuestro lado cuando era más dura nuestra lucha y que también bregaba en contra de las diferentes formas de esclavitud a las que estábamos sometidos los trabajadores”.
Sergio viajó al Vaticano expresamente invitado por Francisco. “De él aprendimos a mejorar nuestro modo de vida”, dijo a los medios que lo entrevistaron entonces.