A pocas cuadras de la estación Floresta (allí donde por primera vez en la historia argentina, arribó la célebre locomotora La Porteña), en diversos ámbitos, se respira arte.
En la Plaza Velez Sarsfield, cotidianamente, los vecinos se cruzan con sendas obras, como el mástil creado por Luis Perlotti, o La Columna de la Vida del vecino Antonio Pujía.
Frente a la Plaza, el queridísimo Tano Pujía quedó inmortalizado, en la entrada del Club La Floresta, por Avellaneda y Chivilcoy, en un mural que fue obra de los artistas locales.
Desde esa esquina arrancará La Tarde de los Museos, autogestionada por artistas y vecinos del barrio. “Cuando nos acercamos a la Comuna y les pedimos apoyo para el evento, nos abrumaron los requisitos para participar, Entonces decidimos organizarlo nosotros“, cuenta Mariela Kahayan.
Los protagonistas volvieron a poner manos a la obra, y con otro toque de originalidad, presentan La Tarde de los Museos. Totalmente autogestiva, bien barrial (todo el recorrido se concentra en pocas cuadras), con la participación de instituciones locales, y un despliegue artístico que otros lugares más “pitucos” envidiarían.


