Los habitantes del asentamiento establecido hace dos semanas en tierras ociosas del barrio porteño de Villa Lugano bautizaron ese predio con el nombre de “Papa Francisco”.
Durante la tarde cientos de vecinos de ese asentamiento, ubicado en avenida Cruz entre Pola y Escalada, se reunieron para participar de la misa celebrada por el padre Franco, de la cercana parroquia “María Madre de la Esperanza”.
Luego del oficio religioso algunos jóvenes habitantes del asentamiento brindaron un pequeño recital de música popular.
“Decidimos ponerle `Papa Francisco` al barrio porque queríamos empezar a darle una identidad y, para nosotros, Francisco es un tipo que está muy cerca de los pobres”, dijo a Télam Emanuel, uno de los delegados del asentamiento.
Emanuel consideró que “en estos 16 días avanzamos bastante; todas las familias ya viven dentro del predio, cada cual tiene su parcela y estamos terminando de cavar las zanjas y de ponerle luz a todas las casillas”.
“Hay mucha gente que nos está dando una mano, entre ellos el padre Franco, que es de la parroquia del barrio”, indicó y detalló que “ya tenemos una carpa sanitaria y con ayuda de algunas personas que nos mandan mercadería, montamos un comedor comunitario”.
En referencia a la causa judicial, el delegado contó que “hoy está en manos de la cámara de apelaciones, pero más allá de lo que el gobierno porteño quiera, no nos van a poder sacar porque ya ocupamos el terreno y no hay otro lugar al que podamos ir si no nos dan vivienda digna”.
Fernando Murias, uno de los médicos que colabora en la carpa sanitaria, contó a Télam que “en total somos tres médicos y varios enfermeros que cuando nos enteramos de la toma nos pusimos de acuerdo para venir a dar una mano en lo que sabemos hacer”.
“En general las condiciones sanitarias de los vecinos es buena, son en su mayoría muy jóvenes y se las arreglan para mantener normas de higiene básicas en urbanizaciones de este tipo”, agregó.
Por su parte, el cura contó que “la toma tomó por sorpresa a muchos, pero si uno mira las necesidades y la marginalidad en la que esta gente pelea por subsistir esto era lógico”.
“La gente que no conoce estos barrios a veces no dimensiona el problema, acá es muy difícil acceder a la educación pública cuando no se construyen escuelas y no hay vacantes; acá es muy difícil acceder a la salud cuando la gente tiene que ver cómo se las resbusca para viajar hasta un hospital ante una urgencia”, señaló.
Tras el acto, los delegados de la toma distribuyeron un comunicado en el que solicitan el cumplimiento de la ley 1770 que ordena la urbanización del predio, y que el saneamiento de las tierras comience por el sector que hoy ocupa la Policía Federal, que se construyan viviendas allí para trasladar a los habitantes de la toma y luego sanear los terrenos que hoy están ocupados.
La entrada principal del asentamiento, en Fernández de la Cruz y Pola, luce un cartel con el nombre “Barrio Papa Francisco”.
Un segundo pasacalle dice: “Vos lo dijiste Cristina: pan y vida. Confiamos en la Iglesia del Papa Francisco”, y expresa necesidades y “derechos de la niñez” como ambulancia, pediatras, leche, pañales, agua, alimentos y baños químicos.
Fuente y fotos: Télam