Tras ocho años de presidir las 15 comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el PRO pierde territorio con dos presidentes elegidos por la ciudadanía y que son del Frente de Todos (FDT): Ignacio Alvarez y Miguel Eviner al frente de las Comunas 4 y 8 respectivamente.
Con Rodriguez Larreta al frente nuevamente del Gobierno porteño, por los próximos cuatro años, la Ciudad adquiere una oposición institucional sin precedentes en la breve historia de funcionamiento descentralizado.
Los flamantes presidentes, junto a 37 comuneros más, arrancan una tercer gestión que promete, al menos, novedades en la correlación de fuerza que se presenta en el territorio. No solo dos comunas son presididas por el FDT, sino que en algunas otras el partido de gobierno pierde la mayoría en la composición de las Juntas (son siete miembros en total, cuatro para obtener la mayoría simple).
Desde el minuto cero, Larreta deberá digerir los cuestionamientos que los presidentes del FdT vienen realizando en materia de infraestructura, vivienda, salud y educación, hasta ahora impensado por los “ordenados” jefes comunales de PRO – Cambiemos. El Consejo Intercomunal (órgano que reúne a los hombres y mujeres que presiden las comunas) perderá la composición absoluta.
Por otro lado la relación de las Comunas con el “exterior” presenta perspectivas de grandes modificaciones. Tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires como el de la Nación pueden ser claves en materia de gestión asociada e interjurisdiccional con las Comunas, que no necesariamente debe homologar el gobierno de la Ciudad.
Varios pueden ser los ejemplos, pero vale citar a la ex ministra Nilda Garré, quien -durante la presidencia de Cristina Fernandez de Kirchner– ha trabajado sin prisa pero sin pausa con los comuneros, en materia de prevención del delito y seguridad ciudadana.
También vale decir que las comunas del sur presididas por el FDT son sujeto de acuerdos con la provincia de Buenos Aires por distintas problemáticas linderas. Pero esto sin dudas está sujeto a las iniciativas de los 39 Comuneros del FDT y a la voluntad de Nación y Provincia de presentarle a Rodríguez Larreta una declarada batalla por la Capital Federal. Sin dudas esto estará proporcionalmente ligado a la relación que logren establecer Alberto Fernandez y el jefe de gobierno porteño. Por lo pronto, el presidente le pidió al jefe de Bloque de legisladores, Claudio Ferreño: “estar cerca de los comuneros y atender sus demandas”. Todo un mensaje en clave política de un presidente, que antes de serlo, es un buen conocedor del este territorio.
Así las cosas, lo que está en juego en materia institucional, es el funcionamiento de las Comunas. Hasta el momento, la descentralización de las competencias es una proclama sin instancias palpables en el territorio. Desde el aspecto terminológico, y dada la interpretación gramatical, la descentralización consiste en la asignación de funciones estatales delegadas a entidades con personería jurídica propia, separadas de la administración central y en cambio, el proceso de desconcentración entraña una relación interorgánica en el marco de la propia entidad estatal.
Y es esto último lo que sucedió: en el día a día de la gestión, el sistema de gobierno fue desconcentrado porque los presidentes de Junta nunca dejaron de trabajar de manera dependiente y centralizada con al Gobierno de Larreta. Nunca le dieron lugar al mando de las Juntas Comunales en su conjunto, y jamás reclamaron la personería jurídica propia para poder ejercer libremente el mandato popular que los llevó a ese lugar.
Por su parte, y aunque un poco tarde, la justicia tomó nota de esto. El 25 de noviembre de 2019, en una acción de amparo presentada por comuneros, ex comuneros y habitantes de la ciudad con el patrocinio jurídico de Jonatan Baldiviezo (Observatorio del Derecho a la Ciudad) en la causa caratulada “Vayo Miguel Enrique y otros contra GCBA SOBRE AMPARO”, Expte. N° 7770/2014-0, el Juez Francisco Ferres declaró la inconstitucionalidad del decreto 251/GCABA/2014, consideró que se estaba frente a la lesión de un derecho colectivo y otorgó legitimación a los actores para acudir a la justicia, enfatizando el derecho de la ciudadanía para defender la Democracia Participativa y la Democracia Comunal.
En definitiva, un escenario sin precedentes se abre en la Ciudad de la avenida más ancha del mundo. El mundo, que cada vez pondera más la descentralización política, espera ver los avances que se presenten en estos próximos cuatro años de gestión comunal.
Leonardo Farías
Cedet – ex integrante de la Junta Comunal 10