El presidente Javier Milei brindó su “show” en el Movistar Arena. Un espectáculo que no deslumbró a nadie, y que motivó críticas de todo el arco político (excepto los oficialistas), los periodistas (incluso los oficialistas) y miles de burlas en las redes sociales.
Milei no cantó: paseó su frustración, su desdicha, a los gritos, por el escenario del Movistar Arena, intentando simular un espectáculo “divertido“, que de “divertido” no tuvo nada. Como en Los Simpsons, cuando el payaso Krosty se cansa de repetir las mismas rutinas, al presidente argentino se lo escuchó decir las mismas frases que les regala semanalmente a Anello o Majul, en sus programas.
El mandatario no pudo evitar mostrarse herido; ni siquiera estando rodeado de un ambiente supuestamente festivo, y un estadio lleno a fuerza de micros (esos que antes se repudiaban), logró aplacar su desazón. Cambió letras de canciones con frasees demasiado obvias. Típico de Milei.
Los políticos le pegaron sin piedad: López Murphy calificó al evento como el “cumpleañitos de Milei“. Martín Tetaz fue más crudo: arriba de una foto de Milei cantando, escribió “acá también están los 1.000 puntos de riesgo país“.
Los canales oficialistas tampoco salían de su asombro. En TN, por caso, se resaltaba que la situación no estaba como para “andar haciendo fiestitas“, sobre todo, después de conocerse los lazos comprobados del ex candidato Espert con el narco Machado, y de la pésima situación económica de la mayoría de los argentinos. En LN+, la cara de Esteban Trebuq lo decía todo. Destacó que “después de un tema de Gilda, habló de geopolítica (cuando el presidente halagó a Israel)“.
El presidente vuelve a apelar al personaje mediático que lo llevó a la Rosada. No tomó nota que hace casi dos años que es presidente, y que de él no se espera que cante bien, sino que resuelva los graves problemas que padecemos los argentinos: salarios africanos con precios suizos, pérdida de empleos, falta de viviendas,desmantelamiento de universidades y hospitales, miseria para jubilados y las personas con discapacidad, negar alimentos a los comedores.
En las redes, abundaban los posteos comparando a Milei cantando, con Alf ;y con otro mandatario “cantor“, Abdalá Bucaram, el fallido presidente del Ecuador que también cantaba, y a quien el Congreso dió de baja por “inhabilidad moral”. Bucaram llegó a grabar un disco. Milei no se atrevió, todavía.
Claudio Serrentino

